Una espalda diferente
Cuando Ansu Fati irrumpió en la primera plantilla del FC Barcelona, lo hizo con un impacto enorme e inmediato, gracias a la mezcla entre la calidad del jugador, su extraordinaria facilidad para el gol, su mentalidad y las necesidades de la plantilla culé. Cuando Ansu Fati apareció, el Barça necesitaba a un jugador exactamente como él. A un delantero veloz y agresivo al espacio, capaz de castigar la espalda de las defensas rivales que osaran alejarse del guardameta, como aquellos Henry, Pedro, Villa, Tello o Neymar a los que durante años había alimentado la bota izquierda de Leo Messi. Ya sin ninguno de ellos en el equipo y con un Luis Suárez cada vez menos peligroso lejos del área, lo más parecido que tenía el Barça era a un Jordi Alba convertido en pieza de ataque imprescindible desde el lateral, casi como el único elemento profundo de la delantera barcelonista. Un lateral que el Barça siempre necesitaba por delante del balón para tener la posibilidad de correr al espacio, aunque eso obligara a pagar doloroso peajes atrás. Y entonces emergió Ansu Fati, dibujando diagonales desde el costado para atacar el área y hundiendo a las zagas rivales ante la amenaza de ganarles la espalda. Un Ansu ágil, agresivo y chispeante, distinto al que las lesiones han dejado ver las últimas temporadas.
Tanto que, en el Brighton, su entrenador De Zerbi lo está utilizando de un modo distinto, intentando potenciar una versión alternativa del futbolista. Ansu en Inglaterra no está partiendo desde la banda, sino desde el carril central. El ala izquierda de su equipo es propiedad del japonés Mitoma, y el espacio hacia el que De Zerbi está dirigiendo a Fati es el de la mediapunta. Por delante de los dos mediocentros y normalmente por detrás de Joao Pedro o Evan Ferguson. En una zona entre líneas que en el Brighton suele ser extensa, debido a la importancia que le da el técnico italiano a la capacidad de atracción sobre el rival que tenga la salida de balón de Las Gaviotas. El nuevo hábitat de Ansu Fati es un equipo que siempre saca de puerta en corto, que pide a sus centrales que pisen el balón para atraer la presión del delantero, y que utiliza el pase atrás como mecanismo de reclamo. El Brighton toca en campo propio para salir jugando, pero sobre todo para hacer que el rival salte a la presión liberando marcas y espacios. Los que se abren entre la defensa y el mediocampo son los que está frecuentando Fati, con más aroma a centrocampista que cualquiera de sus versiones azulgranas. Enfocado en recibir a la espalda de los pivotes y no de los centrales, para girar la jugada y lanzarla sobre la defensa rival. Un Ansu más mediapunta justo cuando ya no lleva la 10.
– Foto: Steve Bardens/Getty Images
