Barça vs. Werder Bremen: “Yo estuve allí”
Cinco de diciembre y el Barça se enfrenta a su tercera final de la temporada. La primera frente al Espanyol se saldo con una victoria convincente e incontestable, la segunda ante el Sevilla con una dolorosa humillación. Por su parte, esta tercera final de la temporada marcará, sin lugar a dudas, la valoración final de la temporada. Se mire por donde se mire, si el actual campeón de la Champions es eliminado en primera ronda, es un rotundo fracaso que no puede ser disimulado con la consecución de cualquier otro título. Para un equipo, por grande que sea, ganar siempre es imposible, pero lo que diferencia a los grandes equipos de los buenos equipos es que los primeros siempre luchan por lograr el éxito y no describen trayectorias irregulares. Así, el paradigma de equipo que siempre lucha por el título es el Milan, que siempre en la lucha de la liga y difícilmente fuera de las semifinales de la Champions, se asienta como el gran equipo en el panorama futbolístico. Unos pueden tener más Copas de Europa, otros más Ligas, otros los mejores jugadores, la mejor masa social o el mejor juego, pero ninguno de ellos dispone de una regularidad tan alta en la lucha por la supremacía como el equipo lombardo.
Frente al Werder Bremen el Barça se presenta como máximo favorito no solo por su mejor calidad tanto individual como colectiva, ni por su mayor experiencia en partidos de tal exigencia, sino porque afronta una final que se disputa en su campo, en el Camp Nou, donde esta temporada solo ha cedido dos empates y frente a equipos de la calidad del Valencia o el Chelsea. Pese a esta condición de favoritos (que muy inteligentemente esquiva el equipo) nadie se puede confiar, no porque la diferencia entre los dos equipos no lo permita, sino porque cualquier error será fatal e irremediable. Una mala cobertura, un desajuste en la presión, una mala colocación defensiva o una mala ejecución del fuera de juego, puede dejar al Barça fuera de la Champions League y derrumbar, por completo, las ansias de este equipo de entrar en la memoria colectiva del aficionado al fútbol ya que ningún equipo en el actual formato de la Liga de Campeones ha logrado hacerse con el trofeo dos temporadas de manera consecutiva. Todos recordamos a Gullit, Maldini, Baresi, Rijkaard o Van Basten, miembros del último equipo que conquistó la Copa de Europa de manera consecutiva, pero pocos se acuerdan de la Juventud de Vialli, Peruzzi, Ferrara o Paulo Souza, o del Borussia de Moller, Riedl, Sammer o Kohler….poca gente sabe que Barthez conquistó una Copa de Europa con el O.L., o que lo hizo junto a Angloma, por ciar algunos casos.
A esta final anticipada ambos equipos llegan con una buena clasificación en sus respectivas ligas (ambos encabezan su campeonato doméstico) y han superado completamente unos inicios dubitativos tanto en juego como en resultados. No obstante, y por lo que se observa de sus declaraciones, el Werder Bremen, y como consecuencia de su última victoria en liga, llega eufórico, con la moral por las nubes y pregonando a los cuatro vientos que su nivel se asemeja al del equipo azulgrana. Por el contrario, el tropiezo ante el Levante deja a un Barça avisado, consciente que debe mejor cosas y que no puede permitir-se errores. Primer punto a favor de los azulgranas. El Werder ignora sus lagunas defensivas y limitaciones en la creación disimuladas por la euforia, en cambio el Barça es muy consciente que debe mejorar en la concentración, las jugadas de estrategia y en la velocidad en la circulación del balón, y eso es lo que entrenará y mejorará esta semana de cara al partido contra el equipo alemán.
La táctica:
El Werder Bremen presenta un 4-4-2 con rombo en el centro del campo, clásico. Su conjunto es la mezcla perfecta de la rigidez, contundencia, trabajo y disciplina alemana, con la alegría ofensiva. Así, es un equipo muy combativo y presionante en defensa y con una superlativa contundencia y mentalidad ofensiva.
Bajo palos estará el guardameta Wiese, recordado por el grave error que valió la eliminación del equipo la temporada pasada frente la Juventud de Turín [Vídeo1]. Se trata de un portero corpulento que destaca sobretodo en los reflejos y sangre fría en las salidas. Tiene problemas al blocar el balón, lo que suple con una excelente dirección en sus rechaces, siempre dirigidos a los córners y difícilmente presentados al delantero rival. Por otro lado, es muy limitado en las salidas aéreas tanto en la decisión como en la técnica a la hora de realizarlas.
La línea de cuatro defensas se forma cerca de su portería con tal de no perecer por la lentitud de sus centrales. Éstos, fuertes y con un excelente juego de cabeza tanto en ataque como en defensa, forman una sólida pareja en el eje defensivo, donde la anticipación y buena colocación de Mertesacker y la elasticidad, desplazamiento largo y potencia física de Naldo, convierten en centro de la defensa en un camino difícil de transitar. No obstante, el nivel en los laterales disminuye ostensiblemente con Fritz en la derecha (mejor en ataque que en defensa) y Wome en la izquierda, el jugador con menos calidad del equipo y con graves lagunas tanto técnicas como tácticas, aunque peligroso por su entrega y potencia en sus incursiones ofensivas.
Por delante de la defensa pierde por lesión a uno de sus puntales, al encargado de dotar de equilibrio al alegre juego alemán: Baumann. En su lugar será alineado, posiblemente Jansen, aunque queda una puerta abierta a la alineación de Vranjes. Ambos jugadores sufren en esta demarcación ya que por sus características responden más al perfil de interior que a la de pivote defensivo. Estos interiores serán posesión de Borowski y Frings, dos piezas importantísimas en el engranaje del Werder Bremen. El primero destaca en su entrega, carácter ganador y su tremenda llegada desde segunda línea, mientras que el segundo es el verdadero líder el conjunto y el eje sobre el que se apoyan el resto de jugadores, con una buena disciplina táctica, buen trato de balón, gran capacidad de sacrificio y un portentoso chut de media y larga distancia. Por delante de ellos, y como enganche con la delantera, se situará Diego, el hombre con más habilidad, creatividad y capacidad para desequilibrar del equipo, y posiblemente de toda la liga de su país. Ofensivamente solo debe mejorar su madurez, con el objetivo de conseguir una mayor continuidad en su juego y una mejor elección de la jugada adecuada en cada momento. [Vídeo2]
En la delantera sobresale un nombre: Miroslav Klose. El jugador alemán constituye el principal peligro para el rival gracias a su olfato depredador en el área y la suma facilidad con que consigue goles, ya sea con cualquiera de las dos piernas como con la cabeza. Posee, también, un fenomenal desmarque y un acentuado sentido oportunista. Sabe jugar de espaldas, proteger el balón, entregarlo correctamente, caer a bandas, devolver una pared, abrir espacios, arrastrar contrarios y aun le quedan fuerzas para presionar. En resumen, un goleador completísimo y uno de los jugadores en mejor forma del fútbol europeo [Vídeo3]. Para acompañarlo, Thomas Schaaf cuenta con tres alternativas. La más probable, Hunt, ofrece una muy buena compenetraron con Klose, una capacidad ofensiva aceptable y unas prestaciones y trabajo defensivo en la presión de mucho valor. Las otras alternativas son Klasnic (en baja forma y con problemas con alguno de sus compañeros, pero con un olfato goleador excelente) y Almeida (que cuenta con mucha confianza de su técnico por su trabajo, potencia física y efectividad en el juego aéreo).
En tareas defensivas el equipo alemán es limitado debido al poco rigor táctico de la mayoría de sus jugadores, siendo escandaloso en jugadores como Naldo, Wome o Diego, y su principal característica es la presión fuerte y constante sobre el rival con todo el equipo, perfectamente dirigidos por Frings. En ataque, la velocidad y verticalidad de su segunda línea y la habilidad de Diego son sus mejores bazas, y la determinación de Klose hace el resto. Carece de jugadores técnicos y sobretodo con una alta velocidad mental, de manera que sufre mucho ante rival que presentan una presión media sobre su línea de creación, por lo que en ocasiones y en contra de su voluntad de sacar el balón jugado desde atrás, se ven obligados al balón largo, lo cual no es una mala solución teniendo en cuenta el buen juego aéreo de hombres como Klose o Borowski. Las bandas suelen quedar desiertas para la incursión de los laterales o para ser aprovechadas por la movilidad de los atacantes, ya que tanto Frings como Borowski centran su posición con tal de ayudar en la creación del juego. El otro punto fuerte del equipo de Bremen son las jugadas de estrategia. En balones colgados al área, misión de la que Frings es el encargado, su potencial es altísimo con jugadores como Mertesacker, Naldo, Borowski, Klose y en menor medida Hunt. En este aspecto también destaca la potencia en el chut de Naldo lo que supone un número de goles nada despreciable para el Werder.
Posible alineación:
Wiese-Fritz-Mertesacker-Naldo-Wome-Jensen-Frings-Borowski-Diego-Hunt-Klose
Alternativas tácticas:
Si lo que busca su técnico es mantener el resultado, lo más probable es que dé entrada a Vranjes por uno de los puntas, con toda seguridad Hunt, y tejer una maya espesa en la zona de creación rival, a la vez que libera de tareas defensivas a jugadores que pueden resultar muy peligrosos al contraataque. Otra alternativa es la entrada de algún defensor potente físicamente para ser ubicado en la zona del centro del campo.
Si por el contrario desea revertir una situación adversa, la táctica de Thomas Schaff es simple, dar entrada a cuantos más delanteros sea posible. Esto lleva consigo la perdida del control en el medio campo y la nula capacidad para crear una ocasión de ataque, lo que deja todas las opciones de peligro a balones largos o a una jugada aislada de algún jugador, ya que el equipo presenta hasta 5 o 6 jugadores por delante del balón, pero a nadie capacitado para darles el balón en situación de crear peligro.
Como debe jugar el Barça?
La primera premisa para el Barça debe ser la de jugar concentrados, mentalizados de la importancia del partido y de su trascendencia. Seguros de sus posibilidades pero sin menospreciar al rival. Afrontar el partido con tranquilidad pero sin salir a especular. Serio en defensa, concentrado en el medio del campo y ágil y rápido en ataque.
Defensivamente la misión debe ser anular a Diego y Klose. Si el Barça consigue esto tendrá pie y medio en los octavos de la Champions. Para la marca al delantero, lo más recomendable seria una marca individual de Puyol, con ayudas tanto del hombre libre (Márquez) como del lateral de su lado. Para ahorrarle trabajo al capitán será importante controlar los centros desde el costado y los balones colgados al área desde la frontal. Para ello será fundamental la presión y sacrificio de la línea del centro del campo azulgrana. Por su parte, para evitar el peligro que supone la creatividad y genialidad de Diego puede optarse por dos alternativas. La primera es presentar una marca individual del pivote defensivo, por lo que la elección de este caería del lado de Motta debido a que posee un centro de gravedad más bajo y unos mejores reflejos y capacidad de reacción. La otra, consiste en una presión colectiva, sin una marca específica, pero con continuas ayudas de Deco, Iniesta, el pivote defensivo y de los laterales, aprovechando que estos no tendrán un hombre fijo al que defender. Si se realiza una buena presión sobre los jugadores del Werder Bremen, estos tendrán muchas dificultades en la creación y fácilmente perderán la posesión, posibilitando, así, los contraataques azulgranas que ante la lentitud germana pueden resultar letales.
Por lo que se refiere a las jugadas a balón parado el Barça solo tiene una solución teniendo en quanta la poca estatura de sus jugadores: conceder el mínimo de córners y faltas en la frontal del área. En este aspecto podría estudiarse, también, la entrada en el once de un jugador dominador del juego aéreo como Thuram o Oleguer.
En ataque, la obsesión azulgrana debe ser fijar a la defensa contraria en posición retrasada, ya que así, dejando un mayor espacio en la franja de creación culé, los pases a la espalda de los rocosos centrales rivales, buscando las entradas de jugadores de segunda línea, Giuly o Ronaldinho, pueden ser demoledoras. En este aspecto tendrá una vital importancia el trabajo de Gudjohnsen en los desmarques de arrastre y abriendo espacios para sus compañeros. En bandas debe buscarse el dos contra uno con la ayuda de los laterales (más liberados que de costumbre) para aprovechar el bajo nivel defensivo de los laterales del Werder Bremen. Por esta cuestión, la presencia de Belletti y Silvinho seria la más idónea, aunque también Zambrotta (en cualquiera de los dos laterales) y en menor medida Gio, pueden realizar un trabajo interesante. Si se consigue esta superioridad en banda, la defensa rival se abrirá y aquí es donde el conjunto de Rijkaard debe aprovechar la ausencia de Baumman, el encargado de controlar estos espacios y la llegada de segunda línea. Para ello, tanto Deco como Iniesta deben tener un importante protagonismo y otra vez será fundamental el trabajo de Gudjohnsen arrastrando al rival y abriendo espacios a sus compañeros.
Alineación del blog:
Valdés-Belletti-Puyol-Márquez-Zambrotta(Silvinho)-Motta-Iniesta-Deco-Giuly-Gudjohnsen-Ronaldinho
Alternativas tácticas:
Observando las características del rival, se presume eficaz el plantear un ataque con dos hombres en punta, por lo que Ronaldinho, situado como mediapunta, debería caer a bandas para dejar el espacio a la segunda línea y para crear superioridad en ataque junto con el lateral. El problema que tiene esta opción es que sin Eto’o ni Saviola el Barça no dispone de un segundo punta, y solo tiene la alternativa de experimentar con Giuly, Ezquerro o Ronaldinho, y situar a Xavi en el centro del campo con el brasileño compartiendo el ataque con Gurjohnsen.
Nos guardamos también otra alternativa, seguramente controvertida, destinada al último cuarto de hora si el Barcelona no ha conseguido un resultado beneficioso. Esta alternativa, jugaría, básicamente, con el activo del público que debe ser primordial en el choque. Así, formando en el centro del campo con Deco y Puyol, se conseguiría una fuerte presión al contrario que desencadenaría en una muy rápida recuperación, y debido a que el ataque contrario no se habría podido formar, ésta se produciría en una posición muy adelantada y óptima para lanzar el contraataque por medio de jugadores técnicos como Deco, Iniesta o Xavi. Estas recuperaciones constantes, llenas de garra y entrega, contagiarían con toda seguridad al público y su aliento empujaría al resto del equipo a creer en la posibilidad de sacar el partido adelante y convertiría la atmósfera del Camp Nou en la de los grandes partidos, los que hacen historia, los partidos que se recuerdan con un “yo estuve allí”. [Vídeo4]