This is Anfield
Una vez transcurridas varias semanas de la eliminación del Barça a manos del Liverpool, tiempo suficiente para que un post sobre el conjunto red no escueza a los aficionados culés, dedicaremos un post al club posiblemente más mítico, con mayor épica y leyenda del mundo del fútbol. Para hacerlo, y de manera ineludible, debemos centrarnos en su estadio, el mítico Anfield, que ha sido la casa del Liverpool desde la fecha de su fundación en el año 1892. Desde entonces los seguidores red han visto pasar por el verde césped de Anfiel a los mejores técnicos y jugadores, los que contribuyeron a convertir al Liverpool en el equipo más laureado de Inglaterra y a conquistar hasta cinco Copas de Europa.
Cuando Michael Robinson era aún un niño y soñaba con jugar algún día en su Liverpool, un día de partido, camino del estadio se perdió y preguntó a un hombre: ¿Cómo se llega a Anfield? A lo que el hombre le respondió: “Luchando, sacrificándote, entregándote en cuerpo y alma.”
La historia de Anfield es una de las más curiosas del mundo del fútbol ya que es probablemente el único estadio que fue creado antes que el club. Es más, a diferencia de lo que ocurre normalmente, el club del Liverpool se creó para que jugase en Anfield. Inicialmente, Anfiel era el estadio del Everton (el que a la postre resultaría el máximo rival del conjunto red) pero por diferencias en el coste del alquiler se mudaron a otro estadio. Así, el propietario de Anfield decidió fundar un nuevo equipo de fútbol para que disputase los partidos en su estadio y desde entonces el matrimonio Anfield- Liverpool se ha consolidado hasta la actualidad.
A Anfield se entra por la Shankly Gate, una puerta en honor a una de las figuras más importantes de la historia del Liverpool, el que fuera su entrenador durante más de quince años, Bill Shankly. Éste, si bien no logró ninguna copa de Europa, sí formó un equipo que dominó el fútbol inglés y sentó las bases de un equipo que dominaría también el fútbol a nivel europeo los años siguientes. No solo la puerta recuerda al mítico técnico, sino que Anfield cuenta también con la presencia de una estatua en su honor donde reza la inscripción: “Made the people happy”. Seguimos adentrándonos en Anfield y cada piedra del estadio respira historia, como el memorial a las víctimas de Hillsborough. Fue el 15 de abril de 1989 en un partido que enfrentaba al Nottingham Forest y al Liverpool en la semifinal de la Cup. El partido se disputaba en el campo del Sheffield, cuando se produjo una avalancha en la grada y 96 seguidores reds fallecieron. Los nombres de todos ellos son recordados en este punto del estadio y junto a ellos, siempre encendida, una llama en su recuerdo. John-Paul Gilhooley fue la víctima más joven, tenía diez años, uno más que su primo Steven, Steven Gerrard, el actual capitán del equipo red. Gerrard encarna a la perfección el sentir del aficionado del Liverpool, él también lo es y por eso desde muy joven era un asiduo de The Kop, la más famosa grada en el mundo del fútbol, dedicada a los fallecidos del Regimiento Liverpool que combatieron en la Guerra de los Boers a finales del siglo XIX.
Es difícil describir lo que sucede en The Kop sin haber estado allí, o por lo menos, imposible ofrecer una visión fiel y completa de su magia. Por eso, ya que desgraciadamente todavía no he tenido la oportunidad de presenciar un partido del Liverpool desde The Kop, dejare que sean los mismos aficionados reds los que nos acerquen su singularidad: “El mejor partido que he visto fue en 1987, contra el Everton, y ganamos por 3-1. Me aplastaron contra la valla en uno de los goles y me rompí tres costillas, pero valió la pena por ver a Bearsdsley, Rush y Barnes juntos”. “Era una caldera humeante que rugía, se movía ondulante y cantaba siempre. Lo que allí sucedía se contagiaba al equipo. Cuando iba con el Ipswich, no podía dejar de mirarla. Era fascinante. ¡Nunca les ganamos!”, “La primera vez que jugué en Anfield tenía 19 años, estaba acojonado y me llamaron de todo. La segunda dije: ‘Me haré el gracioso’. Les enseñé un poco el culo y les lancé besitos. Al derby siguiente, saltó un tipo al campo y me dio un bolso con una inscripción: Dulce West. Todavía hoy, cuando entro en los bares de Liverpool, alguien me grita: ‘Gordon, ¿dónde está tu bolso? ¡Y he jugado para Inglaterra! ¡Aquel tipo de The Kop me arruinó la vida!”. “La fuerza de la grada es tan brutal que a veces pensé que aspiraban el balón”, “Tenía 13 años cuando fui por vez primera a la grada, a la sección de los jóvenes. Llevaba el pelo muy largo. Tras de mí había un tipo enorme, de los trabajadores del puerto, y cada vez que The Kop ondeaba, cosa que sucedía al final de cada jugada, se me apretaba y al echarse atrás me decía: ‘Perdona, muñeca’. Al día siguiente me corté el pelo y nunca volví a dejármelo crecer”. “Si te desmayabas, cosa bastante probable dada la aglomeración, te sacaban en volandas por encima de las cabezas de la gente. Cuando llegabas abajo, no tenías nada en los bolsillos. Era la ley: el que se desmayaba pagaba una ronda. A menudo, volvía a casa sin dinero, ni reloj ni nada”, “No podías ir al lavabo, no podías ni moverte: enrollabas un periódico y listo. ¿Por qué cree que no entraban chicas?”, “se vivían los sueños de la gente que nos veía. Dábamos un esfuerzo extra porque ellos siempre lo daban. Era una relación de respeto y admiración mutua”.
Steven Gerrard creció en The Kop, pero ya hace muchos años que Gerrard dejó de vivir los partidos como un aficionado desde la grada. Ahora él es el protagonista, el actor principal. Ahora se viste de rojo en los vestuarios, los cuales se han respetado desde su creación, donde los jugadores pueden leer en una de sus paredes: “Coming together is a beginning, keeping together is progress, working together is a success”. Rafa Benítez, a su llegada, propuso que fueran renovados, pero Carragher ,uno de los capitanes del equipo, le hizo ver que la historia del Liverpool giraba en torno a ese vestuario, que era allí donde se habían vestido las más grandes figuras del equipo o donde los técnicos más laureados habían dado sus charlas previas a los partidos. Otro espacio especial es The Boot Room, donde en anteriores épocas los técnicos diseñaban al Liverpool que se adueñó del fútbol inglés y europeo, y que ahora realiza funciones de sala de prensa. Antes de salir al campo, y enfilando el túnel de vestuarios, los jugadores tocan la inscripción “This is Anfield” que hizo colocar Bill Shankly para “recordar a los nuestros para quién juegan y para recordar a los rivales contra quién van a jugar”.
Es fácil de entender ahora que Steven Gerrard, tras anunciar el 6 de julio de 2005 que abandonaba el Liverpool, muy probablemente para enrolarse en el todopoderoso Chelsea de Mourinho y Abramovich o en el Madrid Galáctico de Florentino Pérez, apenas transcurridas 24 horas compareció ante la prensa para contar que no podía abandonar el Liverpool: “¿Podría volver a mirar a mi padre a los ojos?, ¿podría mirarme de nuevo en el espejo?, ¿podría fallar a The Kop?”.
You’ll Never Walk Alone
Sasinho 7 junio, 2007
visca anfield. hi hem d’anar algun dia a veure un partidàs i viure-ho
ire 7 junio, 2007
Uns professionals, ni tan sols s’han queixat quan han anulat el gol de la pròrroga
Moren 7 junio, 2007
@Sasinho
A veure si es veritat, ojalà, jejeje.
@Ire
És una actitud diferent, no només del Liverpool sino de tot el futbol británic. Els espanyols del Liverpool explicaven que al fixar pels reds, quan fingien una falta i es tiraven al terra, no només els rivals els renyaven, sino que el seu propi public els xiulava i els companys els hi recriminaven.
Nomes cal adonarse’n que l’arbitre era el Mejuto, famós pel “Rafa no me jodas” i ha tingut un partit molt tranquil tot i el que hi havia en joc (nomes tres targetes grogues en 120 minuts d’una semifinal de Champions).
@Tots
Desde ja, “En un momento dado” es posa a treballar en les tres apassionants finals d’aquesta fi de temporada com son la de UEFA, Champions i Copa del Rey.
Entusiasta 7 junio, 2007
Para acabar l planificación 2007-08 propongo que se incluya al cuerpo técnico.
Este año el cambio Ten Cate x Neeskeens ha sido muy perjudicial. Mucha gente piensa que falta un “poli malo”, que no se sabe leer los partidos, que las jugadas a balon parado no generan ningún peligro, etc…
Lo cierto es que con las nuevas tecnologías que usan otros equipos, el segundo de Barça con la libreta en la mano dá muy mal rollo.
Es importarte analizar que hace cada miembro del cuerpo técnico, que responsabilidad tiene, ante quien rinden cuentas y de que medios disponen.
Sino no se entiende ni la mitad de lo que le ocurre al equipo.
ENTRENADOR Frank Rijkaard (HOL)
2n Entrenador Johan Neeskens (HOL)
3r Entrenador Eusebio Sacristán
Entrenador de porters Juan Carlos Unzué
Preparador Físic Paco Seirul.lo
Secretari Tècnic Txiki Beguiristain
Doctor Ricard Pruna
Fisioterapèutes Jaume Jardi, Carles Martín
Delegat Carles Naval
jordi 7 junio, 2007
És cert que estaria bé un anàlisi de la “plantilla tècnica” del Barça actual, i de l’efecte que ha causat el canvi Ten Cate-> Neeskens.
A l’igual que l’aficionat del Liverpoool és molt especial, no crec que mai s’aconsegueixi canviar a l’aficionat Culé. Al camp mai hi ha grans crits ni cançons d’anims, l’únic que hi ha són tímids aplaudiments formals o xiulades puntuals en casos extrems, l’aficionat culé és molt exigent, i només s’aixeca de la cadira davant de les filigranes més espectaculars per part dels jugadors del camp. No crec que per molta comparaci´oque es fagi amb Anfield, el camp nou canvii de tarannà.
(Jo veig possible una excursió pimporreta a Anfield a veure un Liverpool-Chelsea o similar)