Real Madrid vs. Roma:
Partido importantísimo ante la Roma en el que el Madrid puede jugarse más que el paso a octavos, ya que para el juego de los blancos, basado en la garra, la fuerza, la determinación y la mentalidad ganadora, el estado anímico del equipo resulta fundamental. Tanto en la recta final de la pasada temporada como en la primera vuelta de la actual, se ha podido observar como el equipo suplía sus carencias futbolísticas con mentalidad, llegando con ambición allá donde no lo hacia con fútbol. No obstante, el equipo merengue no llega al choque de Champions en las mejores condiciones después de despertar algunas dudas en lo que llevamos de año. En este punto, la victoria ante el Recre resulta de vital importancia, ya que para revertir esta dinámica negativa de las últimas semanas, la misión del equipo debe ser la de ganar sea como sea, por lo civil o por lo criminal, en una ejercicio parecido al que ha realizado el Barça, asegurando su portería y con victorias por la mínima y algunas de ellas inextremis, para impulsar una nueva inyección de moral al equipo que le permita reencontrar su juego. En este contexto, el partido ante la Roma puede marcar lo que queda de temporada para el Madrid, ya que si bien conseguir remontar la eliminatoria devolvería la confianza a los jugadores después de las dudas generadas por las recientes derrotas, una eliminación prematura en octavos de final, apeados de la Copa del Rey y con la Liga aún viva, apretaría y daría más emoción que nunca a la lucha por el campeonato.
Si el estado anímico de los blancos, pese a la victoria en Huelva, no es el idóneo para encarar la remontada ante la Roma, además, el Madrid deberá afrontar la cita europea muy mermado por las bajas en prácticamente todas las líneas y afectando a futbolistas determinantes en el éxito del equipo. Así, en defensa, a las bajas por lesión de Marcelo y Metzelder, y por sanción de Sergio Ramos, debemos sumar que dos futbolistas como son Michel Salgado y Pepe recién regresan al equipo tras pasar por la enfermería blanca. En la media, también por lesión, el Madrid no podrá contar con Sneijder, quien con su lanzamiento a balón parado hubiese ayudado mucho a los blancos en un partido como el de mañana. Finalmente, en ataque, Schuster pierde a Robben y, sobretodo, a Van Nistelrooij, quien junto a Ramos supone la ausencia más importante. Es posible que el delantero holandés entre en la convocatoria, pero será más con el objetivo de generar dudas en Spalletti que por posibilidades reales de saltar al césped.
Así pues, son pocas las alternativas que maneja el técnico alemán para enfrentarse a los italianos, ya que a los lesionados y sancionados, debemos sumar jugadores como Higuaín o Soldado, que sería opciones interesantes pero que la poca confianza del técnico les deja sin ritmo de competición, algo que en un partido decisivo, pede resultar determinante. Para que estos futbolistas hubiesen podido ser útiles en el partido, el técnico debería haberles ido dando minutos de juego, más ante las numerosas ausencias que sufría el equipo, como sí ha hecho con Drenthe, lo que le posibilite, seguramente, salir en el once en lugar de Robben. Ante esta falta de alternativas, es probable que Schuster no quiera quemar todas las naves desde un principio y apueste por un planteamiento similar al que viene utilizando normalmente, consciente que la remontada no es una quimera, sino que un uno a cero clasificaría a los blancos.
Ante la Roma el Madrid sólo contará con cuatro hombres -más la opción, nada recomendable de inicio, de Drenthe como lateral- para confeccionar la línea defensiva, que son Miguel Torres, Pepe, Cannavaro y Heinze, todos ellos, excepto el canterano, muy justos físicamente. Por lógica, la pareja de centrales estará formada por Pepe y Cannavaro, dejando a Torres en el lateral derecho y a Heinze en el izquierdo. No obstante, esta disposición dejaría un emparejamiento Torres vs. Mancini potencialmente dañino para los de Schuster, más teniendo en cuanta que Raúl no podrá ofrecer su trabajo defensivo sobre este costado al estar actuando como nueve en auséncia de Van Nistelrooij, y a que Diarra estará muy pendiente de las llegadas de segunda línea por el centro del ataque romanista. Así, una opción que difícilmente veremos utilizar al alemán, es, teniendo en cuenta que Mancini actúa en banda izquierda a pierna cambiada, la de intercambiar las posiciones de los laterales y plantear una marca de Heinze al brasileño más segura. Es una opción arriesgada ya que existe el peligro que Spalletti, ante esta situación, ordene un cambio de banda de sus extremos que descomponga la zaga merengue, pero supone una solución que en su día ya planteó Rafa Benítez ante el Barça, destinando a un lateral diestro como Arbeloa a la marca sobre un extremo a pierna cambiada como Messi.
En la media, como ya apuntamos en el análisis del partido de ida, el trabajo de Diarra será fundamental para controlar los llegadas de segunda línea, sobretodo de Parrotta, al espacio generado por Totti, en que basa gran parte de su fútbol de ataque la Roma. Con Guti como fijo, la duda estriba en si el tercer hombre de este centro del campo debe ser Gago o Baptista. El primero ofrece posesión, ritmo en la circulación y control, mientras que el brasileño aporta recorrido, profundidad y llegada. Así, para el partido ante la Roma, apostaríamos por la presencia de Baptista en detrimento de Gago, ya que teniendo en cuenta que el Madrid debe salir a por el partido, con la obligación de remontar el dos a uno de la ida, para Schuster es más interesante contar con la llegada del brasileño que con el control del argentino. Su participación, no obstante, será importante en caso de que el Madrid consiga dar la vuelta a la eliminatoria, para hacerse con el balón, dormir el partido y buscar la sentencia cogiendo desorganizada a la defensa italiana. Con Baptista, además, el Madrid podrá plantear un marcaje individual a Pizarro, el futbolista que inicia todas las jugadas de ataque de los italianos, y quien en fase defensiva se muestra deficiente en el retorno, ante lo cual Baptista puede encontrarse llegando desde segunda línea libre de marca. Esto, a la vez, permitirá liberar a Guti de labores defensivas, dejándole únicamente para el ataque, situándose a la espalda del centrocampista chileno y de este modo fijar a De Rossi una vez el Madrid recupere el esférico y evitar así que ejerza de corrector en defensa.
Finalmente, en ataque todo parece indicar que actuarán Robinho y Drenthe por bandas con Raúl como nueve. De tener a su disposición a Van Nistelrooij y a Robben, es probable que Schuster hubiese reservado a Robinho para salir como revulsivo desde el banquillo en caso de tener que decidir la eliminatoria en los minutos finales, ya que acaba de salir de una lesión y parece difícil que aguante los noventa minutos- más la posibilidad de que haya prórroga- a pleno rendimiento. De este modo, y teniendo en cuenta que la única alternativa de Higuaín tampoco tiene el ritmo de partidos adecuado, seguramente el alemán apueste por Robinho de inicio con la esperanza de dar la vuelta a la eliminatoria antes del último cuarto de hora de partido. Una opción interesante, en contra de lo que cabria esperar, puede ser la de intercambiar la posición de los extremos de manera que Robinho actúe por banda derecha y Drenthe por la izquierda para sacar ventaja de los emparejamientos con los laterales. En el partido de ida, Panucci sufrió mucho ante un jugador de las características de Robben, un rol que en la vuelta puede desempeñar Drenthe. En cambio, como lateral izquierdo, presumiblemente se encuentre un Tonetto que se siente más cómodo ante extremos que buscan el desmarque sin balón que ante los que basan su juego en el uno contra uno y el juego con el balón al pie, motivo por el cual, un emparejamiento con Robinho, presumiblemente se decantaría del lado del brasileño.
Alineación:
1Casillas-22Torres-3Pepe-5Cannavaro-16Heinze-6Diarra-19Baptista-14Guti-15Drenthe-10Robinho-7Raúl.
Plan “B”: Recordando al Madrid de la pretemporada
Como hemos dicho con anterioridad, en el banquillo, Schuster contará con pocos recursos. El alemán tendrá la opción de dar entrada a Higuaín para actuar por banda derecha o buscar alinear dos delanteros centros, a Balboa por alguno de los hombres de banda o apostar por Soldado, que debido a su escasa participación en el equipo sería como lanzar una moneda al aire. Ante esta falta de alternativas en el banquillo para elaborar un Plan “B” de garantías que pueda dar un giro al partido y plantear un nuevo escenario en el que buscar el pase a los cuartos de final, trataremos de construir una alternativa táctica con los hombres que ya estarán sobre el césped.
Así, buscaremos pasar del 1-4-3-3 inicial al 1-4-4-2 que empleó Schuster durante la pretemporada. Este sistema, convertía al Madrid en un equipo partido, posicionado muchas veces en un 1-4-2-4, en el que cinco hombres defendían y otros cinco atacaban. Para realizarlo, lo único que necesitaremos en un cambio de posición de Baptista, abandonando su demarcación en mediocampo y pasando a buscar un emparejamiento dos contra dos junto a Raúl, como delantero centro. Este sistema nos permite, pues, plantear un ataque de cuatro delanteros frente a cuatro defensas, sujeto a cualquier desequilibrio de los jugadores blancos. Para conseguir esta situación de igualdad numérica, junto a estos cuatro delanteros, también participará en este ataque el mediapunta Guti, que deberá caer a ambos costados, aprovechándose del poco retorno defensivo de los extremos de la Roma, y ejercer de imán para De Rossi y así impedir al mediocentro italiano, ser efectivo en las coberturas y ayudas a sus compañeros. Lo más probable es que esto genere un partido de ida y vuelta en que el Madrid tendrá dos grupos de jugadores claramente diferenciados. Por un lado, Robinho, Drenthe, Baptista, Raúl y Guti serán los encargados de acechar la portería de Doni, mientras que los cuatro defensas y Diarra, deberán proteger a Casillas de las ofensivas del adversario. A medida que avance el partido, y dependiendo del estado físico de Robinho, podría ser beneficioso un intercambio de posiciones con Raúl, ya que por un lado acercamos al futbolista más desequilibrante del equipo al área, a la vez que con Raúl en banda, el capitán del Madrid puede mostrarse más generoso y efectivo en las ayudas sobre la marca a Mancini.