Turno para el campeón
El Barça afronta la última etapa de la semana más decisiva de la temporada. La semifinal de Champions ante el Chelsea antes y después del partido que decidía la Liga, y por el momento, un saldo muy negativo. Los de Guardiola fueron superiores al equipo inglés e inferiores a los de Mourinho. Pudieron ganar ambos partidos, pero perdieron los dos. Adiós a la Liga y la necesidad de dar la vuelta al 1-0 de Stamford Bridge. El Barça sigue siendo el favorito. Tiene mejor equipo, fue superior en la ida y el escenario será el Camp Nou. Eso sí, cargará a sus espaldas con los dos últimos resultados negativos.
De cara al partido ante el Chelsea, la mejor noticia para el Barça sería que tras ver el partido del sábado, Di Matteo crea que puede emular al Madrid. Los londinenses no tienen ni equipo ni jugadores para hacerlo. Teniendo en cuenta el resultado de la ida, la tentación podría ser esa, volver a parapetarse delante de la portería de Cech y que Drogba pelee contra los centrales culés tras recuperación. Pero lo cierto es que repitiendo planteamiento el Chelsea estará al borde del precipicio. De entrada, porque Messi vivirá infinitamente más cómodo con la pareja Cahill-Terry que con la del Madrid.
Tras las pruebas del clásico, lo normal es que Guardiola vuelva a un equipo con menos sorpresas. La batalla final la jugarán las vacas sagradas. Es posible que vuelva Piqué pese al extraordinario partido de Puyol en la ida que volvería al lateral, pero con Gerard se añade salida desde atrás y la posibilidad de esas condiciones que tanto bien hacen anímicamente tanto al equipo como a la grada. Sumar centímetros siempre que se pueda, además, será un detalle a tener en cuenta ya que es posible que las opciones del Chelsea se reduzcan a las jugadas de estrategia. Torres es el hombre para Di Matteo, pero no lo esperamos de inicio.
Veremos si con el 3-4-3 o el 4-3-3, pero esperamos a un Alves con mucha presencia en ataque. Ya demostró Di Matteo en la ida que no optará por atacar al lateral brasileño sino por defenderlo, y es posible que repita con Ramires en banda izquierda. Eso dejaría a Mata en la derecha, emparejado, a priori, con Puyol. Como en la ida, será importante que el lateral izquierdo también se proyecte para alejar al ex del Valencia de la segunda jugada tras balón directo a Drogba. La posibilidad de que Ramires repita en banda izquierda convierte a Iniesta en una carta ganadora desde la posición de interior izquierdo, alejado del despliegue defensivo del brasileño. Si el Barça fija con un extremo izquierdo a Ivanovic, además, le permitirá el aclarado a Andrés.
El daño potencial de Andrés desde el interior izquierdo ante la posición de Ramires tapando a Alves es la principal duda a la hora de afrontar la vuelta de Cesc al once. Cesc es llegada, gol y atención de los centrales que libera a Messi. Lo normal es que fuese un fijo en la alineación. Si el interior izquierdo es para Iniesta, el de Arenys podría entrar en el derecho, donde Xavi no encuentra el punto de forma y ya ha sido sustituido consecutivamente en los últimos tres partidos del equipo. Sucede, no obstante, que entregar la dirección del ritmo a Cesc, ante el Chelsea, puede acarrear un intercambio de golpes. El escenario soñado para un Chelsea contundente arriba y no muy consistente defendiendo en estático. El Chelsea prefiere jugar a transiciones, la cuestión está en saber si eso también renta más a los de Guardiola.
Arriba, los acompañantes de Messi tendrán un papel diferenciado. En la ida hablamos de lo positivo de presentar una segunda referencia en el área junto a Messi. Sin embargo, para ese partido contábamos con David Luiz, un jugador capaz de salir al achique sobre Messi. Con un nueve que lo fijara, el argentino podría encontrar ventajas. La pareja Cahill-Terry, no obstante, se fijará sola. Jugará atrás y dejará la “zona Messi” a los mediocentros. Así pues, si en la ida buscábamos un punta, para la vuelta apostaríamos por un extremo izquierdo que potencia la posición de Iniesta desde el interior. Alexis o Pedro son los candidatos. Cualquiera de los dos podría jugar también en banda derecha, donde la proyección de Alves le permitiría una mayor inclinación hacia el interior. Por eso, es ahí donde puede entrar Cesc. Obligar a cerrar el segundo palo al lateral blue más flojo en esa faceta –Cole-, libertad para el apoyo interior a los interiores y para sobrecargar zona de remate.
Guardiola puede finalizar la temporada como terminó la pasada. Un extremo izquierdo abierto para dar espacios a Iniesta, Alves ocupando el ancho por el perfil derecho y liberando al falso extremo derecho -entonces Villa y hoy Cesc, Alexis o Pedro-.