Entre Cesc y Xavi, Iniesta:
El partido no fue como se esperaba. Mérito del Madrid, porque el escenario que imaginábamos era favorable al Barça. Sin la pareja Pepe-Ramos concebíamos a un Madrid retrasado en su versión más conservadora, con la defensa próxima al área. Ahí el Barça dominaría posesión, ritmo, recuperación y además situaría a Messi cerca del gol. Mourinho contaba con Ronaldo y Özil para sacar algo de ese contexto, pero todo estaba de cara para los culés.
Sorprendió el Madrid desde el primer minuto. La zaga mantenía la misma altura en que se sitúa cuando están sus centrales titulares, sustentando esta posibilidad en dos factores: el brutal partido de Varane y las pérdidas del Barça en propio campo. Con una defensa que se fijaba lejos y un Barça que no podía salir cómodo de su propio campo para empujarla, el partido volvía al registro que ha definido los últimos clásicos. En este punto es preciso detenerse en el partido de Xavi Hernández. Con el hegarense en el campo, el equipo siempre cuenta con el recurso técnico, con el toque decisivo, pero es preciso decir que el partido de anoche le superó. Ya no puede. Por intensidad, físico, ritmo….fue una debilidad que supuso una cantidad negligente de pérdidas sobre el sector derecho azulgrana.
Como tampoco apareció Cesc, tuvo que hacerlo Iniesta para apoderarse del partido. Y el choque fue azulgrana desde que Iniesta decidió influir en la base hasta el gol del empate blanco. La principal diferencia actual de Inesta en la base respecto a Xavi y Cesc, es que él no la pierde. Asombra verle deslizarse con el balón cosido al pie entre rivales. El equipo, así, lograba superar la presión de los blancos y llegar a campo rival con el balón más o menos cómodamente controlado.
¿El déficit de la decisión? que con Andrés de nuevo como interior, el escenario en ataque volvía a ser un todos contra Leo -que para postre no tuvo un buen partido-.El Barça tuvo mucho control pero pocas amenazas a la espalda de la zaga blanca. Hasta que el gol lo destacara, el escenario reclamaba la salida de Cesc para que Alexis trabajara sobre esta cuestión.
Nos quedamos sin ver, ante el Madrid de Mourinho, a la nueva banda izquierda del Barça, llamada a ofrecer novedades interesantes en la manera de enfrentar los clásicos. La atracción hacia uno de los costados diversificando atenciones con Messi o la posibilidad de encontrar una forma más o menos sostenida de dar profundidad al juego y situar al equipo cerca de la frontal. Pero esa banda izquierda se basa en la posición de Iniesta y anoche Iniesta tenía trabajo más atrás. Veremos qué soluciones encuentra el equipo dentro de un mes, bien para no requerir a Andrés en la base, bien para compensar su desaparición de la banda. El Camp Nou será un buen aliado.
Milo 2 febrero, 2013
Por eso fue que el trabajo de Iniesta no se noto tanto sino hasta el segundo tiempo?
Creo que Varane tuvo mucho mérito en que no fuese el partido de Leo, vaya pedazo de central (ya quisiera el Barça tener uno con esa calidad a tan poca edad)…
Xavi no estuvo fino y sus pérdidas llevan a la desesperación, a perder la pausa y la salida de juego con lo que las pérdidas se hacen cada vez más frecuentes hasta que el Madrid logra anotar. Aún así el Barça sigue haciendo su juego aunque me es difícil saber si es porque puede… o por que el Madrid lo deja…
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