유 상 철
En la historia de la selección coreana, Yoo Sang-Chul es el cuarto jugador en número de partidos disputados, con 122. Ya retirado y hoy entrenador sin equipo, en su trayectoria internacional se cuentan hasta dos Mundiales. El primero en el 98, cuando con su selección quedó último clasificado del grupo E de Holanda, México y Bélgica, y el segundo en 2002, jugando en casa, en el que logró acceder a las semifinales y alcanzar, con su selección, un histórico cuarto puesto final. Aunque Corea del Sur acudiría también a la cita de 2006 en Alemania, Yoo Sang-Chul ya no formaría parte del combinado nacional, debido a que poco tiempo antes había puesto fin a su carrera como futbolista profesional. Una carrera que transcurrió entre la liga japonesa y la coreana, y que pudo dar un vuelco inesperado en el verano de 1998, tras su participación con la selección en el Mundial de Francia. El Barça de Van Gaal se interesó por él.
El holandés siempre tuvo estas cosas. Venía de ganar Liga y Copa en su primera temporada en Barcelona, y buscaba un central. En realidad Yoo Sang-Chul era y sería mediocentro, pero a estas alturas ya sabemos que al bueno de Louis no le asustan las reconversiones. Concretamente, en su Barça le faltaba un central izquierdo, y el deseado era Frank de Boer, a poder ser en un pack con su hermano Ronald. Van Gaal, que ya contaba en la plantilla con Abelardo, Nadal o incluso Michael Reiziguer para el papel de central diestro, consideraba imprescindible añadir a la salida de balón del equipo, el matiz de un zurdo para que el inicio de la jugada pudiera orientarse de manera natural, indistintamente hacia ambos perfiles. Aunque el coreano estuvo a prueba en Barcelona, el club, viendo que la opción Frank de Boer se enquistaba, prefirió incorporar a Mauricio Pellegrino desde Argentina. Finalmente, más tarde, el Ajax accedería al traspaso y Frank también vestiría de azulgrana. A Yoo Sang-Chul se le escapó la oportunidad de jugar en el Barça. Quién sabe.
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