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Luis Enrique ante Sampaoli

TOPSHOT - Barcelona's coach Luis Enrique leaves the press room after giving a press conference at the Sports Center FC Barcelona Joan Gamper in Sant Joan Despi, near Barcelona on April 1, 2017. / AFP PHOTO / PAU BARRENA (Photo credit should read PAU BARRENA/AFP/Getty Images)

Luis Enrique ante Sampaoli

– ¿Con Messi vuelve el 3-4-3?

Ausente Leo Messi en Granada, Luis Enrique abrió un paréntesis en la reciente evolución táctica del Barça aparcando el novedoso 1-3-4-3 para regresar a un más canónico 1-4-3-3. Sin la necesidad de encontrar en la mediapunta al 10, y volcados los focos hacia Neymar y Luis Suárez, el cambió halló también un notable alivio en la renuncia de su contrincante a la hora de presionar la salida de balón. Si una herida desgastó el cuadro culé con anterioridad al golpe de timón, fue el inevitable sufrimiento que le infringía cada rival que iba a buscarlo arriba defendiendo de forma agresiva los primeros pases de los centrales y su conexión con el mediocampo. El Sevilla de Sampaoli, pese a su delicado momento de confianza y a la autoridad que ejerce el Camp Nou, es uno de los conjuntos de La Liga que más puede hacerlo, y saltar al estadio blaugrana con la sensación de no tener nada que perder podría reforzarles ese ánimo. En este sentido, la vuelta del 1-3-4-3 ganaría enteros. Sucede que, paralelamente, si el Barça con defensa de cuatro había sufrido ante presiones, con tres atrás lo ha hecho, sobre todo, ante equipos capaces de, por momentos, esconderle el balón. Es un esquema pensado para atacar todo el tiempo, y un adversario que rompa esa continuidad y cambie las coordenadas del juego puede encontrarse ante sí una invitación a atacar con espacios. El Sevilla, con Nasri, N’Zonzi o Stevan Jovetic, es uno de los equipos que pueden lograrlo.

– Un Barça de regateadores

Luis Enrique tiene a sus órdenes a los dos futbolistas que más dribblings completan por partido en la liga española. No hay garantías más fiables que Messi y Neymar para dejar atrás a un contrario. Ante el Sevilla de Sampaoli, afín a las vigilancias personales como buen ascendente del bielsismo, tanto encarando un repliegue como una más esperable presión, pues, ambos deberían ser, junto a Andrés Iniesta, una suerte de cabos sueltos a partir de los cuales el Barça aspire a sacudirse los acosos con cierta regularidad. A favor de los visitantes jugará la particularidad de que, con el argentino en la mediapunta, los tres ocupan espacios del campo relativamente cercanos, por lo que no tendrá que abrir del todo el sistema defensivo para llegar a cada uno de los focos de atención. De todos modos, el momento de forma de Ney, capaz de recoger el balón tan atrás como sea necesario y sortear contrarios hasta alcanzar la corona del área, la inteligencia de Iniesta para jugar con su posición y con la de sus marcadores, y la determinante presencia de Messi como opción de pase en la zona de mediocentros sevillistas, condicionarán una defensa que, por esa zona, deberá atender a hasta tres puntos calientes.

– La oportunidad de la banda izquierda

La temporada a nivel defensivo del Barça ha venido marcada por la continuidad de sus problemas en banda derecha. Sin lateral natural que ubicar en el puesto, cuando el juego de ataque no ha sido lo suficientemente rotundo, bien Sergi Roberto bien Aleix Vidal -y con el de Puigpelat el central derecho- han tenido muchas dificultades para controlar a los distintos extremos izquierdos que los rivales les han puesto en frente. Yannick Ferreira Carrasco, Burgui, Théo Bongonda o Julian Draxler han abanderado contra ellos la respuestas de sus respectivos equipos enfocados hacia esa debilidad. Se trata de una de las cuestiones que el cambio de dibujo, priorizando otros objetivos, lejos de corregir ha potenciado. Si antes el Barça situaba a la derecha de su defensa a laterales no naturales, con el 1-3-4-3 directamente no ubica a nadie ahí, necesitando más que antes, si cabe, imponer su juego en campo rival como primera medida de protección. Hoy, ya sea Sergi Roberto en defensa de cuatro o el espacio generado entre el extremo y el central derecho en defensa de tres, se las verán con un carril izquierdo sevillista especialmente productivo. Es, de hecho, la principal certeza de un conjunto con altibajos. Escudero, Sarabia y Vitolo, profundos y punzantes desde la mezcla de amplitudes, son el puñal más certero justo donde más se resquebraja el escudo azulgrana.

– Luis Suárez para separar a N’Zonzi y Nasri

Protagonista de la victoria del Barça en Los Cármenes, Luis Suárez será de nuevo esta tarde una de las grandes claves del duelo entre culés y sevillistas. Tanto si se enfrenta a una zaga hispalense compuesta por dos o tres centrales, su concurso se antoja decisivo en ataque y defensa. Monopolizando la atención del centro de la zaga para que sus compañeros más cercanos gocen de mayor libertad, castigando cada esfuerzo que el sistema visitante mande alejar de él y buscando la ventaja en los emparejamientos individuales como hizo ante el Granada, es el tipo de delantero que puede hacer especial daño a los defensas de Sampaoli. Particularmente Lenglet, a quien Suárez encontrará cuando decante su zona de influencia hacia el pico derecho del área grande, parece una víctima propicia para el caiman. También a nivel defensivo puede tener un rol determinante el 9 del Barça. Presionando la salida y obligando con ello a Steven N’Zonzi a retrasar su posición, Suárez contribuiría a romper la conexión de seguridad sevillista, la que mantiene unidos al mediocentro con Nasri, y a partir de la cual establece sus fases de mayor control. El Sporting lo logró el domingo y gracias a ello arañó un punto del Pizjuán. Donde Rubi tuvo a Mikel Vesga el Barça tendrá a Busquets, y donde Carlos Castro, a Luis Suárez. El nueve más hambriento.

– Foto: Pau Barrena/AFP/Getty Images

 

Comments:3
  • Nacho Blanco 5 abril, 2017

    ¿Es una locura tratar de encontrar a Leo en banda derecha, como en Enero de 2015? Que deje de pisar zonas interiores y haga ancha la defensa del rival teniendo a Messi estirando en un lado y a Neymar en el otro.

    Creo que el 3-4-3 apenas ha solucionado nada para Leo; el equipo sigue sin encontrarle. No veo que la disposición ayude a potenciar a Messi.

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    • Morén 5 abril, 2017

      Locura no es, pero en vistas a lo sucedido los últimos meses, complicado si ha resultado. El tema con Messi en la derecha es doble, por un lado quién le puede hacer llegar el balón sin un interior ni un lateral en ese lado especialmente creativo, y por el otro qué puede hacer leo si lo recibe. Todos los socios están más próximos al carril contrario, y la opción de conectar con ellos en un cambio lado fuerte-lado débil, comprometido por el hecho de que sin más juego que él en la derecha, es difícil poder vaciar la izquierda. En este sentido, es verdad que ahora mismo el 3-4-3 vuelve a tener el problema de hacer llegar el balón a Leo (aunque inicialmente sí lo consiguió) pero me parece que tiene dos puntos a favor: mejora la salida del equipo y, por lo tanto, de un modo general el juego se sitúa más cerca de Leo, y segundo potencia mucho la conexión central izquierdo-neymar, y Neymar me parece ahora mismo el jugador que más puede hacer por conectar a Leo. Ya que no se lo puede surtir ni desde la derecha ni desde el centro, Neymar (más Iniesta)puede ser la solución desde la izquierda.

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      • Culé de Chamberi 5 abril, 2017

        Estando básicamente de acuerdo, también debemos decir que la sola presencia de Messi vacía bastante el lado débil (contrario), más si es Neymar el que se aproxima a asociarse de manera más continuada a Messi y no al contrario, dejando el espacio liberado para que lo ataque Alba. De todas formas, a mi me parece que lo mejor de la posición central de Messi 1-3-4-3 es el aumento exponencial de las posibilidades de asociación en corto con Neymar, prácticamente indefendibles a día de hoy.

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