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El estreno de García Pimienta

El estreno de García Pimienta

El estreno del Barça B de García Pimienta, en su Liga particular de seis partidos para esquivar el descenso de categoría, se saldó el sábado con derrota, pero con síntomas más positivos en cuanto al juego. Durante muchos minutos, y en especial mientras se mantuvo la igualdad en el marcador, los azulgranas tuvieron el control del juego, situaron el partido en las zonas del campo que más les convenían, controlaron mejor de lo habitual las salidas a la contra de su adversario y, en las inmediaciones del área rival, supieron encontrar las situaciones de peligro para hacer lucir al guardameta del Almería. A lo largo de las fases de mejor juego del filial, sólo las numerosas intervenciones del arquero René y la timidez en la finalización de los delanteros culés, impidieron a los visitantes una ventaja momentánea en el marcador acorde a lo desarrollado en el juego. Sin grandes sorpresas en el once, al coincidir en la alineación buena parte de los jugadores habituales últimamente en los planes de Gerard López, la principal novedad del equipo de García Pimienta tuvo que ver con la agresividad posicional de cada una de sus líneas. Esto es, el equipo se escalonó de tal manera que prácticamente siempre hubiese más hombres por delante de la pelota que por detrás, auxiliando al compañero desde la lejanía más que desde la proximidad, y depositando en el poseedor del balón una mayor responsabilidad a la hora de hacer avanzar el cuero.

- Rivera se fijó detrás de los dos puntas, y Monchu y Aleñá detrás del mediocampo rival, para activar líneas de pase que permitieran romper líneas. -

– Rivera se fijó detrás de los dos puntas, y Monchu y Aleñá detrás del mediocampo rival, para activar líneas de pase que permitieran romper líneas. –

Con un reparto sobre el campo multiplicado en vertical, así, aparentemente el Barça B no buscó tanto la seguridad de la descarga si no la posibilidad de generar nuevos caminos para avanzar. Línea por línea, pues, resultó poco frecuente ver a un jugador bajar un peldaño, ya fuera el mediocentro para ubicarse entre centrales, los interiores para acudir a la base o los delanteros para aparecer en el centro del campo. De este modo, Rivera se ancló en el pivote por delante de Cuenca y David Costas, coronando un rombo en el inicio de la jugada que por la parte baja cerraba Ortolá, y que permitió a los culés tanto la superioridad numérica del primer peldaño como el escalonamiento oportuno para hacer avanzar el cuero. La movilidad en horizontal del mediocentro, buscando aclarar opciones de pase a los centrales, o la conexión en vertical que con él estableció Ortolá, edificaron al inicio una salida clara y cómoda para el filial que el Almería se vio forzado a combatir. Con este propósito, a medida que transcurría el primer acto, poco a poco la medular almeriense, que de inicio dibujaba una clara paralela, fue soltando a uno de sus integrantes centrales para que acudiese a la vigilancia de Rivera y sumar así un efectivo más a la defensa del primer pase azulgrana. En líneas generales, y pese a que esto restó reposo a la salida visitante, la solución no constituyó un obstáculo para los catalanes, pues el filial supo encontrar entonces al interior liberado y hacerle llegar el balón al espacio disponible. Tanto Monchu como Aleñá, que jugaron la mayor parte del partido a la espalda del mediocampo rival, empujándolo hacia atrás y propiciando líneas de pase que superaran barreras, se mostraron ágiles en la recepción, el giro y la apertura a banda.

- Cuando el Almería adelantó a un centrocampista para emparejarse con Rivera, el Barça B supo encontrar a uno de los interiores libre de marca. -

– Cuando el Almería adelantó a un centrocampista para emparejarse con Rivera, el Barça B supo encontrar a uno de los interiores libre de marca. –

Sobre todo Carles Pérez, más sujeto en la derecha que Nahuel en el extremo zurdo, resultó un punto de apoyo recurrente para el ataque culé, bien para estabilizar la jugada arriba o bien para introducir en balón en la frontal desde la banda. Con su juego profundo, tendente al área rival y desarrollado a partir de envíos a la espalda de un contrario y de la mezcla equilibrada entre el juego de banda y la progresión por el carril central, durante muchos minutos consiguieron los visitantes, además, un control de la transición defensiva que les permitió esquivar los escenarios de exposición que tanto les han penalizado este curso. Débil cerca de su propia portería tanto a la hora de dominar el área como de imponerse en los duelos exteriores, poder llevar tan arriba los ataques, retrasar de tal modo al rival y lograr a través de la circulación un punto de partida para el intercambio de poderes más favorable a la presión que el contraataque, reforzó la voluntad del Barça B de sofocar en campo contrario la mayor parte posible de los intentos de salida del Almería. En uno de ellos, sin embargo, llegó el gol rojiblanco después de que René se hubiese multiplicado para mantener el cero en su portería, y con ello un punto de precipitación en el filial que hasta entonces no habían tenido los de García Pimienta. Afirmó la semana pasada el técnico, en su presentación, que con los jugadores de que dispone no contemplaba otro camino que el que la mayoría de ellos conoce desde la cuna, y Almería fue el primer escenario en el que poder demostrarlo.

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– Foto: http://www.laliga.es

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