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El lateral derecho del Barça 2020-21

El lateral derecho del Barça viene condicionado, desde hace años, por tres aspectos que han dificultado la consolidación de un relevo en la posición que antaño perteneciera a Dani Alves. El primero tiene que ver con el vacío que en su momento dejaron las salidas tanto del brasileño como de Xavi Hernández, dueños y arquitectos del perfil diestro culé durante los episodios más brillantes de su historia. Dos futbolistas que trascendían su posición y que desde ella afectaban al juego desde un punto de vista diferente y más rico al de sus ocupantes más ortodoxos. Para ser lateral derecho del Barça, después de Alves y de Xavi, ya no valía sólo con ser lateral derecho. De hecho, quien con más suficiencia ha desempeñado el rol ha sido un antiguo centrocampista como Sergi Roberto, beneficiado por los metros y la orientación de cara a la jugada que permite iniciar la acción varios pasos por detrás de lo que acostumbraba en su etapa de formación, y cuyo rendimiento como defensor ha estado siempre muy vinculado a las posibilidades que le brindara el equipo de, jugando como lateral, no serlo del todo. No tener que tapar abajo el uno contra uno del extremo ni tener que dilatar los momentos posicional en campo propio, sino contener hacia adelante, rellenar los espacios que se liberaran por delante e, incluso, desempolvar su pasado como mediocampista en fases de salida o de elaboración.

El segundo condicionante para los últimos laterales diestro del Barça ha tenido que ver con el hecho que el carril derecho azulgrana sea, también, el lado del campo en el que habita Leo Messi. Es, por lo tanto, el más protagonista y presente en el juego que practican los culés y, en consecuencia, el que demanda una responsabilidad mayor con la acción. Su fútbol transcurre en la orilla donde más tiempo pasa el equipo. El tercer aspecto bebe directamente de la evolución del argentino, una evolución que marca un progresivo alejamiento de la cal, toda vez su nueva realidad física le dificulta más que antes influir dentro habiendo arrancado desde fuera. Desde que en 2015 Luis Enrique y Luis Suárez recuperaran para Leo una posición de banda, de hecho, apenas ha podido hacerlo unos meses, dejando posteriormente el carril vacío para las compensaciones de interiores o laterales.

A propósito de estas dos últimas cuestiones, cabe señalar cómo las dos temporadas en las que mejor ha funcionado Sergi Roberto como lateral fueron la 2015-16, cuando el triángulo formado por Iniesta, Neymar y Jordi Alba volcaron el epicentro del juego culé hacia el sector izquierdo, y un curso 2017-18 en el que, con bastante asiduidad, el primer Barça de Ernesto Valverde utilizó la figura de un futbolista más abierto a la derecha que Leo Messi por delante del lateral. De cara al próximo curso, tanto la posibilidad de que Messi arranque nuevamente desde una teórica demarcación de extremo que, en la práctica, deje sin ocupante la esquina derecha del campo, como la opción de una reubicación del 10 por dentro que lo lleve a relacionarse con piezas como el interior o el extremo izquierdo y a mover hacia ahí parte importante del peso del funcionamiento azulgrana, uno de los objetivos que se antojan prioritarios para la estrategia deportiva del club es la de devolver iniciativa en el juego al sector derecho del campo. Ya sea para relacionarse y alimentarse con Messi en el lado protagonista del cuadro barcelonista, o para administrar una orilla menos asistida que otras partes del terreno de juego. Para permitir un Barça con los tres carriles del campo operativos.

En este sentido, la perspectiva blaugrana con vistas al curso 2020-21 no nace de una necesidad asociada a una cuestión de número sino de aspiración. A la capacidad que tienen sus actuales laterales para asumir el reto y, en caso de que no la tengan, a la exigencia de reforzar la posición con nuevos actores. Y es que el lateral derecho del FC Barcelona cuenta ahora mismo con hasta cuatro laterales derechos vinculados contractualmente con el club: Sergi Roberto, Semedo, Wagué y Emerson. Con el brasileño cedido en el Betis, probablemente la intención de incorporar un nuevo lateral a la plantilla implicaría las salidas de Semedo y Wagué, por ser ambos menos autónomos con la pelota que Sergi Roberto, porque pese a los límites de su reconversión el canterano mantiene un vínculo más fuerte con el estilo de juego alrededor del cual se junta la mayor parte de la plantilla, y porque en especial Semedo ha visto como su andadura culé descubría sus dificultades para interpretar la banda sin una referencia clara por delante en el costado.


Candidatos para el lateral derecho:


JOSHUA KIMMICH

Con permiso del inglés Alexander-Arnold, Joshua Kimmich es el lateral derecho que mejor se ha adaptado a la nueva realidad que desde hace unos años viene marcando la evolución del puesto. Centrocampista de formación -como tantos otros que últimamente han emprendido el mismo camino-, pasado que recupera más de una vez en su equipo alternando titularidades en la zaga y en la línea medular, se trata de un lateral especialmente dotado y versátil para todo lo que tiene que ver con la pelota. Desde la posición, el pase o la conducción, es un futbolista muy efectivo en salida de balón, apoyándose en una gran variedad en las zonas de influencia que le lleva a moverse tanto pegado a la cal como visitando espacios más interiores. Esta misma conexión entre el trabajo de amplitud y la superioridad por dentro la maneja, también, en posiciones más adelantadas, siendo un lateral capaz de estirar por fuera y anclarse en la esquina del campo para activar la banda a través de la asociación, la llegada o la amenaza en el centro, así como de trazar recorridos hacia dentro abriendo la diagonal hacia el extremo, sumando un efectivo en la zona media e impulsando hacia arriba el juego de los interiores.

Con inteligencia y lectura de centrocampista, su adaptación a la demarcación a nivel defensiva, sin ser la de un especialista, sí resulta una de las más efectivas de entre las reconversiones de este tipo. Tratándose de una pieza maestra del Bayern, las posibilidades de que abandone el conjunto alemán son muy escasas, pero probablemente ningún otro candidato cubriría mejor las diferentes necesidades del Barça en la posición. Opción para salir como central derecho en una línea de tres, de estirar por fuera o asociarse por dentro, e incluso recurso para las tres posiciones del mediocampo, su fichaje sólo cabe contemplarlo si en la lista de prioridades azulgranas el lateral derecho figurara muy arriba, reservando para su refuerzo una parte importante del presupuesto del próximo mercado de fichajes.

 

YOUCEF ATAL

Aunque su recorrido esta temporada se ha visto detenido por una lesión de larga duración que su equipo ha cubierto -en parte- con la cesión del azulgrana Wagué, Youcef Atal fue una de las notas más sorprendentes y estimulantes del curso pasado en la liga francesa. Carrilero derecho en el sistema con tres centrales del Niza de Patrick Vieira, se trata de un hombre de banda que sobresale por su energía, rapidez, electricidad y atrevimiento en el desborde. Con mucho margen de crecimiento todavía a la hora de elegir la mejor opción para cada jugada, es un agitador permanente del carril derecho del campo, aspecto reforzado por la protección de un tercer central que habitualmente le proporciona su equipo, y que en varias ocasiones le ha llevado a partir desde demarcaciones más adelantadas. De hecho, una de las cuestiones que pueden resultar más interesantes para el Barça de cara a contemplar su incorporación es, precisamente, su capacidad para jugar, también, como delantero de banda o en el carril izquierdo, una polivalencia que bien como revulsivo o como candidato al once, contando con Sergi Roberto en la plantilla, serviría para redondear la rotación en posiciones aparentemente menos cubiertas. En caso de pensar en una plantilla con cinco delanteros o con una pieza en defensa que sirva simultáneamente como opción en el centro de la zaga y en el lateral izquierdo, Atal sumaría una nueva alternativa, profunda, agresiva, eléctrica y desequilibrante en las cuatro posiciones de banda del dibujo.

 

SERGIÑO DEST

Continuando con el mismo perfil de lateral derecho que plantea Youcef Atal, esto es, un lateral muy autónomo con la pelota, capaz de activar en solitario la amenaza del carril y especialmente inclinado hacia el desborde, la Eredivisie ha señalado esta temporada la aparición de un nuevo talento surgido de las categorías inferiores del Ajax: Sergiño Dest. Igualmente eléctrico, Dest es un lateral menos impetuoso y vertical que Atal, y con matices más interiores. Él sí acostumbrado a compartir carril con otros compañeros, el baile de posiciones que es en ataque el equipo de Ten Hag le permite sacar a relucir versiones más externas, de juego en el pico o el lateral derecho, de asociación y regate corto, y a combinarlas con otras donde crece el protagonismo de la diagonal hacia dentro con la pelota como un ataque directo a la estabilidad de las dos líneas de contención del adversario. Con muy buen control del balón y un punto de creatividad alto para un lateral tanto en el dribbling como en el pase, también Dest ha sumado participaciones en el lateral izquierdo, pudiendo ser opción de rotación en la posición. Dado el peso y carácter ofensivo del jugador, su gran asignatura pendiente por el momento tiene que ver con la contribución defensiva, sobre todo en lo que compete al cierre de su espalda, y con una irregularidad lógica por edad y escasa trayectoria en el primer nivel.

 

LUKAS KLOSTERMANN

En este caso, la de Lukas Klostermann es una candidatura diferente a las anteriores. Con cuerpo de central y posibilidad de serlo, el alemán es un futbolista que si bien ha funcionado a las órdenes de Nagelsmann recorriendo la banda por potencia, velocidad y sentido vertical, casaría especialmente bien con un tipo de propuesta táctica que pretendiera emplear al lateral derecho como una suerte de tercer central en muchos momentos de la jugada. Con buen pie, inclinación a la asociación y una lectura muy cerebral del juego, es un zaguero que maneja la pelota con sentido y que sabe dar aire a la circulación desde su posicionamiento en el campo. A nivel defensivo, su 1,89 de altura lo convierte en un zaguero poderoso por arriba, al tiempo que no le impide recuperar hacia atrás a gran velocidad, pudiendo, por ello, jugar en una defensa muy adelantada. Si corriendo en línea recta es un futbolista de mucha potencia y velocidad, es en el giro donde por envergadura, cintura y centro de gravedad puede tener más dificultades. En este tipo de situaciones su principal aval no es tanto el físico como la interpretación, escondiendo defectos y generándose un contexto de ventaja que iguale la batalla, muy en la línea de otros zagueros del Barça como Piqué o Lenglet. Dependiendo de la composición final del centro de la zaga del Barça 2020-21, su solvencia como central le podría hacer ganar enteros sobre otras opciones más relacionadas con atribuciones de extremo.

 

– Foto: Sebastian Widmann/Bongarts/Getty Images

– Vídeos: AB Of All, USMNTvideos y Conask Vaduy.

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