
Llega el partido contra el Atlético como una fecha señalada por los perseguidores del líder. El Calderón siempre es un escenario imprevisible, en el que la mezcla entre un equipo desestructurado y jugadores de la talla de Agüero, Forlán o Simao, dejan en el aire cualquier pronóstico. Por si fuera poco, el Barça sufrirá las ausencias de cuatro de sus defensas, pues a los sancionados Piqué y Márquez, deben sumarse las lesiones de Alves y Abidal. Guardiola, por lo tanto, perderá a la que fuera la zaga titular la pasada campaña. El técnico tampoco contará con la opción de retrasar a Touré ya que el marfileño también será baja, por lo que la ecuación parece sencilla: Puyol, Chygrynskiy, Milito y Maxwell. No hay más. La alternativa de contar con algún canterano como Dalmau, Fontás, Bartra o Muniesa nos parece difícil, ya que a las puertas del retorno de las eliminatorias de Champions League, un mensaje tan contundente de desconfianza no es lo más indicado.
No obstante, sea cual sea la decisión del entrenador azulgrana, la defensa será el punto débil del planteamiento del Barça, y si ya antes las opciones del Atlético pasaban por convertir el choque en un partido de ida y vuelta, ahora la jugada parece clara. Tanto el Kun como Forlán buscaran al ucraniano Chygrynskiy, ya que hoy por hoy, es la pieza más débil del engranaje del equipo, y a ser posible, el Atlético tratará de que esto suceda en campo abierto, es decir, después de una recuperación en mediocampo. Una solución para Guardiola sería el apoyo desde el lateral de Puyol, a un Chygrynskiy que seguramente sea alineado como central diestro, aunque esta opción permitiría a Simao entrar en ventaja por la banda de Messi. Si el argentino tiene que bajar hasta su defensa, se resentirá el juego de ataque del Barça, si no lo hace el extremo portugués atacará en superioridad.
Así pues, Guardiola podría decidirse por una defensa individual sin precedentes en este Barça, planteando los emparejamientos de Puyol y Milito con Forlán y el Kun, y dejando al central ucraniano como hombre libre. Maxwell completaría la línea repitiendo como lateral derecho para tapar la banda de Simao, mientras que en banda izquierda, el recorrido de Keita desde el interior podría ser la solución para equilibrar la defensa, teniendo en cuenta que Reyes -duda- jugaría a pierna cambiada y buscando la diagonal hacía el centro.
Si finalmente Keita ocupa el interior izquierdo y, por lo tanto, Iniesta pasa a formar en el tridente ofensivo, el elemento decisivo para el Barça debería ser, otra vez, Leo Messi. El argentino deberá buscar el juego entre líneas a la espalda de los mediocentros colchoneros, lo cual, si Ibra logra fijar a los centrales, obligará al Atlético a retrasar líneas. Además, teniendo en cuenta que el dibujo habitual de Quique Sánchez Flores es el 1-4-4-2, si la presencia de Messi en zona de mediapunta atrae a uno de los mediocentros, el centro del campo azulgrana disfrutará de una clara superioridad numérica con un solo jugador rojiblanco en el carril central. Con el 10 moviéndose entre líneas, al mismo tiempo, el Barça hallará la manera para que los interiores encuentren siempre una línea de pase, de manera que el rombo formando por Busquets, Xavi, Keita y Leo, minimice la posibilidad de pérdida y, por lo tanto, de contraataque rival.
Siguiendo con el objetivo de monopolizar el discurso del encuentro, el F.C.Barcelona tendrá en la presión de la primera línea una baza ganadora. A excepción de Antonio López, la defensa del Atlético no resulta especialmente dotada para la construcción, por lo que cuando se ven presionados, acostumbran a sacarse el balón de encima a partir de un despeje largo. Así pues, debido a la ausencia de un delantero dominador en el juego aéreo en las filas rojiblancas y a la presencia en el once azulgrana de futbolistas agresivos para luchar el rechace como Puyol, Keita, Milito o Sergio Busquets, los de Guardiola pueden encontrar en este tipo de jugadas una buena manera para impedir que el rival adelante líneas. En este punto, el dominio aéreo de Chygrynskiy frente a Forlán o Agüero es evidente.
El partido del Calderón, pues, será una lucha por dominar el discurso del juego. Si se impone un partido de ida y vuelta como la temporada pasada, el Atlético tendrá muchos números de sacar ventaja de las ausencias en la defensa del Barça. Si por el contrario es el conjunto azulgrana el que domina el juego y lo encierra en la mitad de campo del Atlético, los de Guardiola habrán conseguido el primer paso para sobreponerse a su presumible debilidad defensiva y desbordar a los colchoneros por su mayor calidad, tanto individual como colectiva.
