
Esta temporada, no obstante, el equipo ha empezado a transitar hacia otra cosa. Ha iniciado la transición a un nuevo proyecto sin finiquitar el actual. Ha empezado a pensar en el Barça post-Xavi, aun con Xavi en el equipo. Xavi ya tiene 32 y arrastra unos problemas físicos en el sóleo que le dificultan la puesta a punto. El equipo debe empezar a pensar en cuando el egarense no esté –o esté desde un rol menos decisivo- y para hacerlo tiene dos vías, una difícil y otra imposible. El camino imposible es el de transformar a otro futbolista en Xavi, darle las mismas atribuciones y esperar de él lo mismo que del 6 azulgrana. La difícil es trasladar la personalidad futbolística del equipo –que no el estilo- hacia un escenario en el que no estará Xavi. Es decir, iniciar un nuevo proyecto desde el actual.
Esta apuesta por llegar al Barça post-Xavi desde el Barça de Xavi, la voluntad de encadenar proyectos y alargar el ciclo, es algo que no puede pasarse por alto a la hora de ponerse a pensar el Barça 2012-13. El reto es grande y la exigencia para los futbolistas también. Se les pedirá algo distinto a lo que les ha llevado a un éxito sin precedentes. De hecho, deberán enfrentarse a la realidad de que sin Xavi ya no pueden transitar el mismo camino. Serán los mismos jugadores, pero sentirán que vuelven a la casilla de salida.
Teniendo esto en cuenta, es el momento de renovar dinámicas, inyectar ilusión, empuje, descaro. Así pues, ascenderán hasta cinco futbolistas procedentes del filial, respecto al equipo de principio de temporada. Los elegidos serán Isaac Cuenca –que desde la lesión de Villa ya forma parte de la primera plantilla-, Marc Bartra, Jonathan Dos Santos, Martín Montoya y Marc Muniesa. Cinco jóvenes jugadores ya adaptados al grupo, y que desde su interior, deberán insuflar las ganas y optimismo del novato, a un grupo al que se le presenta una empresa enormemente ambiciosa.
