Un mal truco que sorprendió a Blanc
La hora previa al pitido inicial fue del Barça. De Luis Enrique más concretamente. Mientras su otrora compañero de equipo Laurent Blanc disponía lo esperado en las filas del Paris Saint Germain con la única y relativa sorpresa de la suplencia de Javier Pastore, el entrenador azulgrana revolucionaba el once y el esquema de su equipo. Por el sancionado Dani Alves entraba Marc Bartra y por un Jordi Alba del que no parece fiarse los días grandes, Pedro Rodríguez. Los cambios no se limitaron a los nombres sino que conllevaron también la modificación del dibujo, pasando el Barça a formar con un 3-3-(1)-3 [sobre ese (1) se volverá más adelante]. Arriba Suárez era el nueve y a izquierda y derecha le flanqueaban Neymar y Pedro respectivamente. De entrada, fueron extremos. Por detrás, en la media, Iniesta ocupaba su posición al tiempo que Busquets y Mascherano repetían lo de Mestalla: el argentino era el mediocentro y Busquets el medio más decantado a la derecha. Finalmente, detrás, una línea de tres centrales custodiando a Ter Stegen formada, de izquierda a derecha, por Mathieu, Piqué y Bartra.
Marc respondió, atajó con notable solvencia su parcela con la inestimable colaboración de Pedro desde el extremo y de un Cavani que por tendencia natural busca más al área que el campo abierto en banda. Por ahí podría haber incidido Matuidi y complicarle la noche a Bartra, pero el interior francés, con acierto, había detectado una debilidad mayor en la peculiar estructura presentada por el Barça sobre el césped del Camp Nou. Como el PSG ataca con tres hombres y los culés, anoche, defendían con otros tres, el terreno estaba abonado para un constante uno contra uno casi suicida, de modo que Luis Enrique quiso compensarlo encargándole, en cierto modo, la vigilancia de Ibrahimovic a Mascherano. Cuando el sueco abandonaba la teórica zona del nueve -que fue mucho- era responsabilidad de El Jefecito para que Piqué librara. Lo que sucedía, no obstante, es que esta “marca” terminaba sacando al mediocentro de su posición, y como Busquets desde el interior no la rellenaba, Matuidi tenía el camino despejado para golpearla. El fibroso francés entraba una y otra vez desde segunda línea a un espacio desatendido, bien para sacar rédito directamente él o para generar el desajuste en el ya de por sí improvisado sistema defensivo local. Así se puso en ventaja su equipo.
No fue el único quebradero de cabeza de la defensa del Barça, que en banda izquierda veía como Lucas Moura le metía el agua en casa a Mathieu con relativa facilidad. La ayuda en ese costado, con Iniesta y Neymar, llegaba más tarde que por la derecha, y el extremo derecho parisino la requiere más que su compañero en la orilla opuesta ya que es más dado al desborde que Cavani. No quedó muy claro si Luis Enrique esperaba que en este tipo de jugadas Neymar alcanzara altura de lateral o si su intención era evitar que este tipo de situaciones aparecieran con un intercambio de golpes en constante ir y venir. Algo así fue el primer tiempo, y el Barça, pese a su caótico partido, golpeó más fuerte. Los defensas el PSG perdieron gran parte de los duelos individuales y el esquema dibujado por Luis Enrique los avivaba. Pedro, Suárez, Messi y Neymar se encontraron en muchas ocasiones cara a cara con Maxwell, David Luiz, Thiago Silva y Van der Wiel, y si los laterales ya son de por sí los hombres de inferior nivel en el once parisino ayer se le sumó una actuación realmente pobre de los dos centrales brasileños. Especialmente meritorio fue el desarrollo de Neymar, más abierto a banda de lo que a buen seguro le habría gustado y exigido en el retorno ante la ausencia de un lateral de su equipo a la espalda, se las arregló para coronar una actuación muy positiva con un soberbio gol.
Además, pese a los consabidos problemas del Barça para organizar un ataque posicional, enfatizados anoche por la suplencia de Xavi y la puesta de largo de una disposición táctica inédita este curso, los visitantes concedieron que la mayor parte de los ataques azulgranas se produjeran en transición. Ni Ibra apareció más allá del gol, ni Verratti se mostró constante para permitir a su equipo esconderle el cuero a un rival que jugaba con un defensor menos de lo que en él es habitual. Puede aducirse en este punto al aporte en la presión con que contribuyeron Pedro, Busquets o Suárez, pero estando en frente un conjunto con las posibilidades técnicas que acreditan Thiago Silva, David Luiz, Maxwell, Motta, Verratti, Ibra o Lucas Moura, cabe señalar también al poco acierto del Paris Saint Germain y de Blanc, que probablemente no esperaba un encuentro de tanta ida y vuelta como finalmente aconteció. El PSG durmió muy poco con el balón, y si la primera mitad consistió en un intercambio de golpes constante fue porque el Barça tampoco lo hizo demasiado. Cuando la transición defensa-ataque se veía obligada a detenerse, cuando el desborde individual no surtía efecto y la ayuda del adversario llegaba a tiempo, a los locales se les vio muy poco plan para estructurar el juego. Les salvó ese (1) del que hablamos al inicio, que fue Leo Messi moviéndose por cualquier zona del campo que hiciera falta para resolver los problemas que le iban surgiendo a la jugada. Remató en área pequeña, mezcló y condujo entre líneas, cayó a zona del lateral propio en ambos costados para dar salida e incluso cerró como último hombre con el esférico en poder de los azulgranas para acompañar a la pelota desde el mismo nacimiento de la jugada. El momento del argentino es formidable.
El guión, tras el descanso, varió considerablemente. Blanc reaccionó a la novedad y serenó a su equipo, y Luis Enrique con marcador a favor y el liderato del grupo, hizo lo mismo con el suyo. Aquí empezó a sufrir más el Barça que el cuadro francés, pues Motta, Verratti primero y el tándem Matuidi-Pastore después, comenzaron a tomarse tiempo con el cuero, a pausar el ritmo y a conectar en campo rival frente un rival que sin intercambio de tortas defendía en su mitad con sólo tres zagueros y muchos futbolistas fuera de su mejor posición. Para cambiar las tornas Luis Enrique movió el banquillo y dio primero a entrada a Rakitic para volver al 4-3-3 con Mascherano de central y Busquets en el mediocentro, y después a Xavi con quien se terminó el partido. Aunque el interior izquierdo no saque su mejor versión, el capitán del Barça se hizo con la posesión, la escondió porque el marcador era favorable, la ordenó y desnudó el flojo partido de un rival ya vencido. La iniciativa, a partir de entonces y hasta el final, fue total para los catalanes y lo aprovecharon para que Suárez sentenciara con un necesario tercer gol.
Terminado el encuentro, tras el pitido final del árbitro quedan en el aire algunas dudas y reflexiones. ¿Por qué insiste Luis Enrique en el día a día por un plan que llegado el momento de máxima exigencia desecha? ¿Si se considera más competitivo el planteamiento que se presentó ante el Paris Saint Germain por qué no es el utilizado regularmente? ¿Se está esperado a que la propuesta que vemos fin de semana tras fin de semana crezca a fuerza de partidos y alcance un nivel igualmente competitivo? ¿Sin la baja de Dani Alves se habría apostado por lo mismo? ¿Cómo afecta la respuesta a esta última pregunta a las tres anteriores? Finalmente, como apostillas, constatar que Rakitic y Jordi Alba, como en el Bernabéu, saltaron del once ante un rival de máxima entidad, y que para el técnico asturiano ya no es tabú tocar el mediocentro.
José luis 11 diciembre, 2014
Me parece una gran noticia que Alves desaparezca del equipo, me gusta ver a Bartra de lateral, me disgusta que no juegue Jordi Alba, y me gusta el tema de hacer coincidir a Busi y Mascherano.
Creo que vamos a un 4-2-3-1 , y pienso que puede ser un sistema que beneficie al equipo. Con Neymar, Messi e Iniesta, y Suarez en punta.
Iniestinholh 12 diciembre, 2014
¿Por qué insiste Luis Enrique en el día a día por un plan que llegado el momento de máxima exigencia desecha?
Porque sabe que el Madrid es mejor y ayer porque no confia en Montoya/Douglas
¿Si se considera más competitivo el planteamiento que se presentó ante el Paris Saint Germain por qué no es el utilizado regularmente?
Lo de ayer fue una moneda al aire
¿Se está esperado a que la propuesta que vemos fin de semana tras fin de semana crezca a fuerza de partidos y alcance un nivel igualmente competitivo?
Supongo
¿Sin la baja de Dani Alves se habría apostado por lo mismo?
Creo que no
Lo de Alba me parece un acierto de Lucho, es una debilidad en partidos gordos, el siguiente en caer ha de ser Busqquets.
Anonimo 12 diciembre, 2014
Por favor, respondeme la pregunta que dejé en tu ask sobre Sergi Samper, tengo mucha curiosidad sobre este jugador y por qué no se le da una oportunidad en el primer equipo.
Morén 12 diciembre, 2014
Hecho 😉
Morén 12 diciembre, 2014
@José luis
¿Y no te parece esa pareja Busquets-Mascherano demasiado plana con balón? Son dos futbolistas por detrás de la línea de la pelota con muy poca creatividad en el pase y sin apenas capacidad para organizar. Da la impresión que con los dos en mediocampo la única forma de conectar con la delantera es que un tercer jugador baje a la base, en un escenario bastante parecido al que vimos con Xavi en Mestalla (http://www.eumd.es/2014/12/el-maquillaje-de-busquets-y-las-faltas-de-charles-barkley/), que además de eliminar de un plumazo el escalonamiento de las posiciones de mediocampo deja a muy pocos efectivos por delante del balón.
@ Iniestinholh
“Lo de Alba me parece un acierto de Lucho, es una debilidad en partidos gordos, el siguiente en caer ha de ser Busqquets.”
Por lo menos Luis Enrique ya ha tocado la posición de mediocentro, algo que en agosto parecía muy factible pero que a lo largo de lo que llevamos de temporada ha parecido ser casi tabú. Entre las sustituciones de Busquets con los partidos todavía abiertos y las últimas titularidades de Mascherano ahí, es algo a tener más en cuenta que hace unas semanas, porque además, como le comento a @José luis, esa pareja Mascherano-Busquets tiene algún problema bastante rotundo.
FELIX DAVID GORDILLO RAMIREZ 12 diciembre, 2014
en tu repuesta a jose luis puedes tener razon, y busi ahora mismo no seria el jugador ideal para ejercer ese funcion, pero las otras opciones k son poner ahi a rakitic necesita un conocimiento de partidos k aun no tiene el croata y la samper para k escalino y haga llegar el balon al espacio donde messi y en el caso del psg inesta tengan k inventar aun esta verde y no aporta el nivel defensivo k lucho necesitaba para parar los contrataques, pq aunque ea verdad k hay tenemos una carencia pq aun no sabemos ejecutar lo k se pediria nos permite competir, mientra k con lo anterior ya hemos visto como nos han matado una y otra vez con el juego aereo y los contrataques(eso si k no nos deja competir y siempre nos hace empezar con desventaja cualquier partido.ej.at madrid ultimo partido de liga del año pasado , madrid este año o el psg el partido de ida) y si a eso le sumamos k la opcion de xavi para realizar esa funcion es muy blanda no te keda otra opcion de momento. asi k LE puso en una balanza y eligio, me he centrado en el medio del campo y no en el sistema en si ya k es sobre lo k se dabatia en los comentarios. yo si creo k busi esta un poco x decreto y para no “perderlo”aun pqpero la idea de ayer la considero buena y para mi el plan es bueno y lo k hubieron fueron fallos de ejecucion y quizas de jugadores o jugador para ejercer ese rolma la perfeccion y x esoLE aun sabiendo k eso iba a ocurrir prefirio jugarsela tapando nuestros “via crucis”k llevan años sin dejarnos competir a merced de tener nuevos problemas quizas si mas solucionables