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¿El tercer plan de Valverde?

¿El tercer plan de Valverde?

El FC Barcelona no ha empezado la temporada del mismo modo que la anterior. El tercer año de Ernesto Valverde al frente del banquillo azulgrana ha arrancado con una propuesta renovada, de igual manera que lo hizo el segundo. Si entonces el cambio consistió en dejar a un lado una estructura ofensiva asimétrica, en la que convivían dos delanteros centrales y sólo uno en la banda -la derecha-, para apostar por un reparto con un atacante en cada uno de los tres carriles, en esta ocasión la apuesta del Txingurri para las primeras etapas del curso ha tenido que ver con abrazar una formulación del equipo mucho más cercana al juego de posición que antes. A la espera de que el regreso de Leo Messi y Luis Suárez defina si esta preferencia ha sido un recurso en su ausencia o la respuesta a un verano con significado de reinicio, los tres encuentros disputados hasta la fecha por el equipo han mantenido características comunes a nivel de ocupación del espacio, como la altura de ambos interiores con respecto al mediocentro, o la amplitud de ambos extremos.

Repetida ante Athletic, Betis y Osasuna, la nueva idea del Barça 2019-20 ha enfrentado ya dos tipos de respuesta por parte de sus rivales. Dos antídotos distintos que le han enfrentado a preguntas y problemas diferentes: el del Athletic, presionante, con marca sobre el mediocentro y emparejamientos hombre a hombre de los volantes con los laterales y de los mediocentros con los interiores; y el del Betis, menos agresivo sin balón en campo contrario, utilizando a los centrocampistas de banda para defender a los interiores del Barça, y cediendo los carriles exteriores a los laterales culés.

En la tercera prueba, Osasuna optó por el plan de los bilbaínos, atendiendo al éxito dispar que tuvieron unos y otros, y a las propias características del equipo de Jagoba Arrasate. Así pues, prepararon los locales un choque rítmicamente muy vivo con dos ideas troncales dependiendo de cuál de los dos equipos tuviera el balón. Siendo el esférico para los de Valverde, la estrategia local mantuvo la presión que tan bien le funcionó a Garitano en San Mamés, escalonando a Ávila y Brandon para que el primero encimara a un central y el segundo cortara la conexión con el mediocentro, y lanzando por dentro a Fran Mérida y Oier sobre De Jong y Sergi Roberto de manera que, por fuera, Rubén García y Roberto Torres quedaran libres tanto para apoyar en el interior como para tapar al lateral en banda. La otra parte del planteamiento, la que tiene que tiene que ver con los momentos en los que el balón fuera rojillo, inicialmente consistió en apostar por la salida en largo buscando las caídas de Chimy Ávila a la espalda de Semedo, como una solución que a la vez que minimizaba las posibilidades de una recuperación adelantada peligrosa del Barça, situaba el cuero en una zona del campo que permitía a Osasuna forzar acciones a balón parado y empezar a defender lejos de su portería en caso de pérdida.

A propósito de esta segunda cuestión, la gestión de los primeros pases por parte azulgrana evolucionó con respecto a San Mamés, ya que si entonces la pareja de centrales no aprovechó su situación de superioridad numérica frente a un único defensor, en esta ocasión su respuesta resultó menos conflictiva. Especialmente a través de Lenglet (Imagen arriba), el central más habitualmente desatendido por la presión de Ávila, fueron construyendo los visitantes un camino para avanzar a lo largo del partido, que relacionara al central francés con De Jong, Jordi Alba y Rafinha. Reclamando el zaguero la atención de un rival conduciendo con la pelota, y aprovechando el salto para habilitar por dentro o por fuera dependiendo del compañero liberado.

En virtud de esta salida y de los problemas para activar con balón el perfil derecho del campo, hasta el descanso el juego culé tendió de forma total hacia su sector izquierdo (Imagen de la derecha). Y es que, si en la izquierda las entradas de Lenglet sumaron a un efectivo que desigualara numéricamente a favor del Barça, por la derecha el escasísimo peso con balón de Semedo entregó permanentemente la superioridad a sus rivales.

Aparentemente, el lateral portugués no cumplió ningún papel específico en el despliegue ofensivo de su equipo, pues desde la banda no dobló al extremo ni por dentro ni por fuera, ni tampoco asumió una posición más centrada que lo incorporara a la jugada desde zonas más interiores. Aguardó abierto y muy atrás, desvinculado en ataque de sus compañeros de carril. El hecho de “perder” a su lateral derecho para el juego de ataque, al Barça le perjudicó más que otras tardes. En primer lugar porque permitió a Osasuna centrar la defensa en otras parcelas sin temor a pagar el peaje, y en segundo porque restó recursos a una parcela ofensiva culé con menos calidad individual de lo que acostumbra.

El cambio de Ansu por Semedo en el entreacto, pues, no sólo introdujo al campo la presencia de un delantero más agresivo y más tendente al área que Rafinha, sino que devolviendo a Sergi Roberto al lateral activó, también, la orilla contraria. El catalán, desde la banda, ejerció como un cuarto centrocampista, empujando al interior derecho -ahora De Jong- a la llegada (Imagen de la derecha), y posibilitando una posición más adelantada para Carles Pérez (Imágenes arriba). El extremo ya no tuvo que bajar para recibir en banda el pase del central, sino que, tras el descanso, pudo esperar arriba a que el lateral le sirviese el cuero.

Activadas las dos orillas, la entrada de Arthur terminó de dinamizar la ofensiva azulgrana, sumando control al mediocampo sin sacrificar agresividad. El brasileño combinó su habilidad para no perder el balón con un sentido más vertical de su juego, tanto en lo relacionado con el pase como con el slalom o la llegada. La síntesis entre el interior que buscó el Barça el curso pasado y el que, por ahora, está buscando esta temporada.

 

– Foto: Juan Manuel Serrano Arce/Getty Images

– Gráficos: http://www.as.com

Comments:3
  • Carlos Brítez 3 septiembre, 2019

    Buenas, Sr. Moren. Con las variantes ofensivas que permite esta plantilla me queda la duda si las alternativas serán constantes a lo largo de la temporada o si es de momento una prueba-error mientras espera a Messi. Pareciera un proyecto que recién inicia más que un tercer año del mismo entrenador -visto lo visto en las temporadas anteriores no sé si eso es positivo o negativo-. Otra incógnita es si volverá a contar con Sergi Roberto de lateral derecho de inicio dejando el sitio de interior izquierdo para De Jong.

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    • Carlos Brítez 3 septiembre, 2019

      *Interior derecho para De Jong quise decir ^^. De momento me encaja en el rol compensador de los movimientos de Messi.

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  • Jos 5 septiembre, 2019

    Yo la duda que tengo es de encajes, ¿Encajan Messi, Griezmann, DeJong y Arthur (por ese orden) con roles importantes en el equipo?
    Y por roles importantes me refiero a que De Jong no debería de “ocupar los espacios dejados por X” per sé, sino que su rol e importancia hagan que sume en todo lo suyo y además permita hacer ese aporte. Yo sobre todo tengo serías dudas del encaje de los 4 a la vez porque todos son aglutinadores del balón, y por ese orden de importancia cualquier balón que no pase por ellos me parece peor ataque

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