Análisis de la eliminatoria entre United e Inter (I)
Este mediodía, el sorteo de los cuartos de final en Nyon centrará el debate de los próximos días en futuros duelos, y como el fútbol por encima de todo es presente, se pasará página de los partidos disputados en la ronda anterior. No obstante, antes de que esto suceda, creemos interesante analizar una de las eliminatorias más interesantes que deparó la ronda anterior, la cual, debido a que destinamos una mayor atención a los enfrentamientos protagonizados por los dos grandes de la liga española, quedo fuera de nuestro estudio. Se trata del duelo protagonizado por los dos equipos que, con permiso del Liverpool de Benítez, reunían más cualidades para alcanzar la final en Roma, por un lado el actual campeón, el Manchester United, y por el otro el Inter, eterno aspirante frustrado pero que con la llegada de Mourinho confiaba en alcanzar, esta vez si, sus objetivos en competición europea.
No fue una eliminatoria desnivelada como desde algunos sectores se ha argumentado, sino que la igualdad entre dos equipos extraordinarios reinó durante la mayor parte de ambos partidos. De hecho, las crónicas dieron como vencedor -no en lo referente al resultado sino en lo puramente futbolístico- al United en el partido de ida y al Inter en el de vuelta, un análisis basado básicamente en el número de ocasiones de gol, pero que olvida otros aspectos que condicionan que nuestra visión sea diametralmente opuesta. Así pues, en este post trataremos de diseccionar cada uno de los dos partidos de la eliminatoria y analizaremos aquellos aspectos más interesantes y que más puedan ayudar a discernir el desarrollo real de la batalla librada entre ingleses e italianos.
Inter vs. United (partido de ida):
Tras este primer partido en que ambos conjuntos empataron a cero, la mayoría de opiniones se vertieron a favor del United e incluso se tachó de milagro que los de Mourinho no hubiesen encajado ningún gol a tenor de la numerosas ocasiones de los hombres de Ferguson. No obstante, si bien es cierto que el United gozó de numerosas oportunidades, en nuestra opinión, no lo es menos que éstas estaban controladas por el Inter, es decir, el equipo italiano eliminaba las vías que más peligro le podía generar y dejaba abiertas otras alternativas a priori menos dañinas para sus intereses. En este sentido, las opciones del United respondían más a un escenario controlado por el Inter que no a ventajas reales sobre la defensa neroazzurra.
Analizando los onces, vemos como el Inter salto al campo prácticamente con su equipo titular con la salvedad del centro de la defensa donde la baja por lesión de Samuel dejaba a la defensa sin su hombre más importante ya que a la vez de ejercer como líder de la misma, resulta vital en la tarea de situar la línea y ejercer de referencia para Rivas, un central bastante más limitado a nivel táctico. Para remplazar al argentino, el técnico optó por un Chivu muy mermado por una temporada en la que apenas ha podido coger el ritmo de competición a causa de sus continuos problemas físicos. El resto del equipo fue el esperado, con Maicon y el descubierto Santon en los laterales, un mediocampo en rombo con Zanetti, Cambiasso, Stankovic y Muntari, y la pareja de atacantes compuesta por Ibrahimovic y Adriano.
El United, en cambio, optaba por el planteamiento que le llevó a conquistar la pasada edición, es decir, abogó por fortalecer el centro del campo con la entrada de Park y un planteamiento más conservador que le permitiese conservar su portería a cero. Con respecto a la pasada temporada, posiblemente esta sea la evolución más pronunciada en el conjunto de Ferguson, su mayor solidez y alternativas para sacar los partidos adelante con un fútbol menos vistosos pero altamente efectivo. En este sentido es importante la incorporación de Berbatov, un punta que si bien parece no jugar al mismo ritmo que sus compañeros de ataque, ofrece unas alternativas al juego del United como son el juego de espaldas, su capacidad para aguantar el balóns de fijar a los centrales rivales o su peligro en el juego aéreo, que pueden servir para que equipo logre un resultado positivo incluso en aquellos partidos en que no haya podido desarrollar su mejor fútbol. Completando el once, el técnico escocés alineó a Van der Sar, O’Shea, Ferdinand, Evans, Evra, Carrick, Fletcher, Giggs y Ronaldo.
De entrada Ferguson planteó el partido con Cristiano Ronaldo tirado a banda derecha para desequilibrar a partir del duelo con Santon. No obstante, la presencia de Muntari en el interior izquierdo desactivó en gran medida la peligrosidad del extremo portugués, ya que por su enorme despliegue físico, el ghanés era capaz de ayudar en el dos contra uno a su lateral aprovechando la poca presencia ofensiva de O’Shea, a la vez que aparecía en ataque llegando a la segunda jugada. Este recurso de la segunda jugada con Muntari, Stankovic y Adriano tras intervención de Ibrahimovic jugando de espaldas, fue, junto al robo en zona de construcción, el principal argumento del Inter en el primer tiempo. En ataque estático, Ibrahimovic se decantaba a banda izquierda para aprovechar la posible debilidad de O’Shea y la falta de ayudas defensivas por parte de Ronaldo, punto en el que fue crucial la aportación de Ferdinand desde la posición de central diestro para que el delantero sueco no desequilibrara.
El partido era incomodo para el United ya que el juego directo y presión al inicio de la jugada por parte del equipo de Mourinho ralentizaba notablemente las transiciones inglesas, mientras el extraordinario partido de la medular italiana aseguraba con solvencia la zona de tres cuartos. No obstante, el hecho de que la defensa italiana jugase demasiado retrasada condicionaba a los centrocampistas que, en más ocasiones de las deseadas, se veía obligados a parar a los jugadores ingleses con faltas, suponiendo este aspecto una vía ofensiva del United no aceptada previamente por Mourinho.
Con este escenario se llegó al descanso, tras el cual Mourinho, consciente del condicionamiento que estaba ejerciendo el mal funcionamiento de la pareja de centrales, decidió dar entrada en lugar de Rivas a un Iván Córdoba más experimentado y junto al cual Chivu no evidenciaría tanto su falta de ritmo competitivo. Así, tras la reanudación el Inter pareció tener el dominio del partido hasta que el United empezó a apoyarse sobre Cristiano Ronaldo. El portugués pasó de participar casi exclusivamente en zona de desequilibrio a absorber mucho más balón y una salida para sus compañeros. De este modo, el equipo retuvo más tiempo el control del balón, pudo adelantar líneas y se apoyó en el portugués y su asociación con Giggs -que ofreció unos momentos futbolísticos de enorme calidad- para llevar peligro a la portería de Julio César. Esto empujó al Inter hacia atrás, permitiendo entrar en escena, también, a la segunda línea del Manchester que vió como ahora disponía de tiempo para llegar y de espacios en los que aparecer. Gracias a la intervención de Cristiano Ronaldo se invirtieron los papeles y fue el United quien sometió a un Inter que sin duda pasó sus peores momentos desde el inicio del partido.
Para dar la vuelta a la situación Mourinho reaccionó con un doble cambio en el que dio entrada a Cruz y Balotelli por Muntari y Adriano. El planteamiento del Inter no cambió en exceso y siguió apoyando su ataque en la segunda jugada, con la salvedad que ahora, junto a Stankovic y el punta que acompaña a Ibrahimovic -tras la substitución, Julio Cruz- el tercer futbolista que intervenía en esta segunda jugada era Mario Balotelli con lo que la cuota de gol del equipo aumentaba considerablemente. No obstante, la principal contribución de este doble cambio resultó de la presencia de tres puntas sobre el césped, por lo que ahora Ibrahimovic podía caer al costado para encarar al lateral ya que éste no podía contar con la ayuda de los centrales debido a que eran fijados por dos delanteros rivales.
A falta de diez minutos fue Ferguson quien movió el banquillo para dar entrada a Rooney en detrimento del coreano Park, con lo que el United pasó a jugar con el inglés y Berbatov en punta de ataque, y Giggs y Ronaldo abiertos a los costados. La alineación de Rooney junto a Berbatov buscaba, por un lado, una mayor fijación tanto de los centrales como de los centrocampistas rivales, y por lo tanto, una mayor facilidad para que los hombres de banda desequilibrasen en el uno contra uno, y por el otro, que junto a Giggs, Rooney sacase ventaja de la atracción que generaba Ronaldo en el perfil opuesto, a partir la movilidad y la interpretación de los espacios en ataque. No obstante, y pese a que seguramente fueros los instantes más abiertos del partido, la balanza no se decantó hacia ninguno de los dos lados y el marcador permaneció con el cero a cero inicial que dejaba todo abierto para la vuelta en Old Trafford.
*Debido a la extensión que finalmente ha tomado el artículo, dividiremos el análisis de la eliminatoria en dos artículos de manera que durante el fin de semana publicaremos la segunda parte que hará referencia al partido de vuelta.
Moren 20 marzo, 2009
@Jordi
Puede ser una buena idea aprovechar que esta semana sólo habrá un partido, para realizar un análisis post-partido del Liverpool-Real Madrid. En todo caso, y teniendo en cuenta que tanto en el post-partido de la ida como en la previa de la vuelta nos centramos más en el conjunto blanco, en esta ocasión, seguramente nos detendremos más exhaustivamente en la actuación del Liverpool.
desdelabanda 22 marzo, 2009
buen análisis de la eliminatoria entre inter y united. personalmente creo que la eliminatoria fue muy igualada, como muy bien decís. la ida fue del manchester, pero en la vuelta el inter fue muy superior. sin embargo, la efectividad del united desequilibró la balanza. de todas formas, el inter debería hacer un análisis más profundo de lo sucedido porque ya son muchos años teniendo un buen equipo y no consigue meterse en las últimas rondas