
Una semana en cuatro partes
Después de la derrota ante el Real Madrid y tras tomar impulso en la conquista de la Copa, esta semana el Barça de Koeman ha regresado a la Liga ganando dos partidos para seguirle el ritmo al campeonato. Seis puntos para reafirmar su candidatura, ante dos rivales de particularidades dispares como Getafe y Villarreal, contra quienes los culés han logrado hacer valer alguna de las las líneas maestras que actualmente rigen su plan. Bajo el paraguas de un dibujo asentado y que todo apunta que los acompañará hasta final de curso, la guía del Leo Messi más enérgico de la temporada y la relevante participación de varios de sus futbolistas.
– El hombre sin sombra
La de Sergio Busquets con Leo Messi es una relación que a menudo ha quedado escondida detrás de alguna de las sociedades más emblemáticas que ha tejido el argentino sobre el césped. Su mágico entendimiento con Dani Alves, Xavi, Iniesta, Cesc o Neymar le restó foco pero, ahora que ninguno de ellos acompaña al 10, el vínculo que entre ambos ha existido siempre se presenta de forma más nítida y expuesta. Busquets es el mediocentro de Messi. Una de las máximas de su entendimiento dice que éste siempre resulta más productivo cuando su cercanía en el campo no se produce cuando es el delantero quien retrasa su posición, sino cuando es el pivote quien la adelanta. Cuando el juego del equipo y los contrapesos de la pizarra permiten a Sergio ver más cerca la frontal del área rival que la propia, y cuando asentado en campo rival puede sacar a relucir su fino y puntual pase vertical para hacer llegar el balón a Messi cerca del gol.
No por nada, una de las claves de la victoria del Barça ante el Getafe fue la comodidad de su mediocentro y la facilidad con la que pudo alimentar al 10 en la corona del área. Con las espaldas cubiertas por la presencia de tres zagueros en la retaguardia, liberado de tener que acomodarse como un tercer central a la hora de sacar el balón y alentado por el incesante recorrido de Frenkie de Jong, Busquets además disfrutó del tiempo y el espacio que le concedía el planteamiento defensivo de Bordalás. A un lado y al otro del canterano, el entrenador del Getafe dispuso sendas vigilancias de Aleñá y Maksimovic sobre Pedri y De Jong, permitiendo que el pivote culé se moviera con mayor libertad a la espalda del punta Ángel y demasiado lejos de Chema, que en esta ocasión ejercía como cierre del mediocampo azulón.
– 3.000 minutos después
Pedri González ejerce como titular del Barça tanto como el que más. De él nacen y en él terminan varias de las claves que han hecho evolucionar al equipo de Ronald Koeman a lo largo de la temporada. Tanto el primer golpe de timón del neerlandés, el 1-4-3-3 con delantera asimétrica, como el dibujo al que se ha entregado el técnico desde hace varias semanas llevan su apellido. Fijo durante meses y una pieza ineludible en los planes del entrenador, la carga de minutos y la cantidad de partidos acumulados recientemente parecen haber hecho acto de presencia en el fútbol del canario. Sin embargo, aunque individualmente su inspiración haya decaído, como se trata de un futbolista directamente emparentado con el éxito y viabilidad de la propuesta que hoy abraza el equipo, desde un punto de vista táctico y colectivo su participación ante Getafe y Villarreal ha seguido incorporando al discurso del Barça aspectos importantes de su juego.
Contra el Getafe, por ejemplo, su relevancia tuvo que ver con la forma en que sus apoyos y los de Griezmann consiguieron convertir a la defensa de cinco que pretendía Bordalás en una línea de cuatro. A lo largo de las últimas temporadas, son varios los rivales del Barça que han recurrido a sumar un efectivo más a la defensa con tal de ensanchar la línea y garantizar una contención más eficaz de las decisivas internadas de Jordi Alba por el carril izquierdo. Asegurándose la presencia del lateral derecho en banda, gracias a la aparición de un tercer central llamado a corregir tanto la espalda de sus compañeros de línea como la de los medios. El jueves, no obstante, los desmarques de apoyo de Pedri, acercándose a Busquets y dejando libre la mediapunta para la caída de Griezmann, contribuyeron a extraer a Damián (esta vez central derecho) de la defensa. La línea de cinco del Getafe pasó a ser de cuatro, y Juan Iglesias, inicialmente protegido por el ajuste de su entrenador, quedó expuesto a las carreras de Jordi Alba.
En la visita del Barça a Villarreal, curiosamente, la contribución de Pedri para que el carrilero izquierdo culé pudiera incorporarse al ataque en condiciones favorables fue la contraria. En esta ocasión, la posición que asumió el canario fue más profunda, como un mediapunta en la izquierda que por momentos ejercía como el reflejo posicional de Messi. Vigilado el argentino por Pau Torres y sujetado Albiol por la presencia central de Griezmann, la ubicación de Pedri entre líneas en más de una ocasión reclamó la atención de Foyth, situación que desplazó hacia dentro al lateral derecho local y que descubrió el carril para las llegadas de Jordi Alba.
– A la derecha de Leo
Históricamente, el Barça siempre ha procurado abrir la banda derecha en ataque con un futbolista que compensara la tendencia natural de Messi de irse hacia el interior. Dani Alves cuando el argentino arrancó desde la banda el ciclo culé de Guardiola, Pedro Rodríguez o Alexis Sánchez cuando Pep y Vilanova desempolvaron el rol de falso nueve, o los movimientos diagonales de Rakitic para ocupar la zona del extremo a las órdenes de Luis Enrique, fueron los recursos que emplearon algunos de los técnicos que mejor comprendieron al crack. En esa misma línea, tanto los primeros pasos de Valverde como los de Setién buscaron acomodar a la derecha de Messi a un atacante más externo (Dembélé o Ansu Fati), y siguiendo una fórmula parecida Koeman enderezó el curso de la temporada situando a Dembélé abierto a la orilla derecha.
Con el paso a la línea de cinco y desechado el uso de extremos naturales, a lo largo de los últimos meses éste es un papel que ha recaído sobre el carrilero. Encargado de abrir el campo y de tener activada la banda aunque Messi se mueva por el centro, uno de los aspectos que explican el valor de este rol tiene que ver con la capacidad de agrandar la zona de recepción del 10 y de arrastrar atenciones del rival fuera de zonas interiores. Así se puso de relieve ayer en Villarreal, cuando transcurridos apenas diez minutos de encuentro Koeman modificó la posición de Dest para que a través de su compatriota el Barça construyera una salida de balón más clara. A grandes rasgos, lo que consiguió el adelantamiento del carrilero culé fue esquinar la posición de Alberto Moreno, lateral izquierdo local, apartándolo de las ayudas que hasta ese entonces había podido ofrecer por dentro en las vigilancias de Messi o De Jong. Con Dest cerca de Mingueza, el zaguero había podido controlar desde su zona a dos azulgranas, permitiendo acosos más intensos de Trigueros, Pau o Parejo sobre sus respectivos pares. Por eso, cuando Dest lo clavó atrás y en banda, los pases de Mingueza, los apoyos de Messi y los desmarques de De Jong ganaron aire.
– La última actualización
En un primer momento, cuando Koeman viró desde el 1-4-3-3 al 1-5-3-2, el entrenador eligió a Ousmane Dembélé para acompañar a Messi en ataque. Su positiva evolución jugando en banda, la posibilidad de cambiar de dibujo sin mover el banquillo y su potencial peligro atacando el espacio a la espalda de una zaga centrada en el juego al pie de Leo, pusieron al francés por delante de su compatriota Griezmann. Tras la derrota en el clásico, sin embargo, Antoine suma tres titularidades consecutivas saldadas con cuatro goles y una aportación al juego azulgrana ciertamente provechosa. La utilización de carrileros, que le permite al Barça activar ambos costados en ataque sin necesidad de escorar la posición de ninguno de sus dos delanteros, es uno de los aspectos que le han facilitado el encaje. Además, el hecho de que, con las espaldas mejor cubiertas, estos carrileros puedan ser los protagonistas principales de la profundidad ofensiva del equipo, así como la contribución que en este apartado ofrecen las irrupciones de Frenkie de Jong desde la segunda línea, liberan al francés de una de las funciones que tradicionalmente peor le han sentado como jugador del Barça. A través de los carrileros y de las llegadas del neerlandés, el ataque azulgrana no tiene que pasar por Antoine a la hora de encontrar la amplitud y la profundidad.
De todos modos, la continuidad con la que el Barça viene instalándose en campo rival, haciendo circular el balón en tres cuartos de campo para asentar su juego cerca del área rival, ha ayudado a que también Griezmann pueda dialogar con los desmarques al espacio sin alejarse del balón. La proximidad de la portería rival le reclama recorridos más cortos y enfocados a la definición, en lugar de los movimientos largos y muchas veces ciegos que antes necesitaba el equipo para salir de atrás. En un Barça que alarga el juego cerca de la corona del área, no es extraño que incluso Leo Messi sea el protagonista de un movimiento sin balón al espacio. El entendimiento con el argentino es otro de los aspectos fundamentales del papel que está desarrollando Griezmann en el centro del ataque barcelonista, ofreciéndole al 10 una réplica en la combinación y la movilidad necesaria para que su zona no se congestione. Es el Griezmann que el Barça necesita. Un Barça que, casi dos años después, también es el Barça que Griezmann necesitaba.
– Foto: Xisco Navarro
Fedecker 26 abril, 2021
Uppppsss… “en la conquista de la “Supercopa””???? Mejor corrige eso 😉
Pedri8 26 abril, 2021
El 1-3-5-2 me gusta mucho porque le veo muchas ventajas:
1 – Desde el juego de posición te permite una salida desde atrás lavolpiana, con hasta siete u ocho jugadores (tres centrales, dos o tres centrocampistas y dos carrileros). Eso permite siempre una salida limpia desde atrás, ya que ningún rival va a presionar tan arriba y con tantos jugadores como para taponar esa salida de balón.
2 – Suma muchos efectivos en el centro del campo que, además, pueden ir hacia delante a presionar porque con un central de más, el equipo tiene las espaldas mejor cubiertas.
3 – Los carrileros aportan AMPLITUD en todo momento, con lo que el equipo es muy ancho y no tiene apenas necesidad de bascular. Para el rival es un verdadero quebradero de cabeza. Además la PROFUNDIDAD se aporta desde la ruptura en profundidad por bandas (Alba y Dest) o desde la ruptura en profundidad en el carril interior (Griezman, de Jong, y ocasionalmente, Messi).
4 – Al tener una salida de balón desde atrás muy limpia, el equipo se sitúa fácilmente en zona de 3/4 con muchos centrocampistas y con Leo o Antoine bajando para conectar. Es fácil obtener una superioridad numérica no solo en defensa, sino también en el centro del campo, por lo que es muy frecuente que el equipo domine bastante cómodamente los partidos.
5 – Da una consistencia defensiva muy a tener en cuenta para un equipo que siempre juega al ataque.
A mi este 1-3-5-2 me gusta mucho. Albert: Crees que es un sistema que pueda mantenerse en el tiempo y que pueda llegar a sustituir al 1-4-3-3 tradicional?
Pedri8 26 abril, 2021
Respecto a Pedri y Dest, son jugadores muy inteligentes que le permiten a Leo estar cómodo, son los nuevos Iniesta y Alves.
Creo que Griezmann le da más consistencia al ataque culé, creo que es menos impredecible que Dembelé, pero también es más regular y eficiente. Lleva una racha muy buena y se le ve con mucha confianza, como así demuestra el primer gol contra el Vila-Real, ya que ese gol no puede entenderse si el jugador no tiene mucha confianza.
Quería comentar también que veo a Oscar Mingueza creciendo muchísimo. Ayer se destapó con una asistencia. Además es un jugador que, junto a Dest, aporta mucha versatilidad, ya que puede pasar a jugar de lateral (y Dest de extremo), y sin que Koeman realice ningún cambio, el equipo puede cambiar de sistema. Incluso puede jugar con el 1-3-5-2 defensivamente y con el 1-4-3-3 asimétrico ofensivamente, ya que, por la derecha, Dest juega de extremo derecho y Oscar de lateral defensivo, y por la izquierda Alba juega de lateral ofensivo y Griezman juega más centrado.