Sobre rotaciones:
A lo largo de las tres próximas semanas de competición, los equipos más importantes de la Liga deberán enfrentarse a un calendario arrollador con dos e incluso tres partidos por semana. Para sobrevivir a este tramo infernal con las menos lesiones posibles, con una total garantía competitiva y con el deposito de reservas suficientemente lleno como para optar a luchar por los títulos en el tramo final de la temporada, será imprescindible que los técnicos tanto de Real Madrid, F.C.Barcelon, Valencia y Sevilla apliquen las tan denostadas, pero a la vez vitales, rotaciones.
Para emitir un juicio crítico y no caer en la posición populista del “que jueguen los mejores” o “el Madrid de Di Stefano no rotaba”, debemos, antes, detectar las diferentes finalidades por que puede ser utilizado el sistema de rotación de jugadores. Una de las principales, y más teniendo en cuenta la cantidad de partidos a que es sometido el futbolista de un equipo grande, es la de dosificar a los futbolistas por cuestiones físicas, y así asegurar siempre un nivel elevado en cada partido y a la vez reducir, en la medida de lo posible, el riesgo de lesiones, aspecto en el que deberá tenerse en cuenta las peculiaridades de cada futbolista, ya que mientras la musculatura de Puyol, Diarra o Miguel puede soportar un ritmo alto de partidos, otros como Márquez o Van Nistelrooij se exponen a un riesgo muy alto de lesión en caso de disputar, de manera regular, dos partidos por semana. Uno de los mejores ejemplos en este punto es el Milan, ya que con su Milan Lab realiza un seguimiento exhaustivo y personificado de cada uno de sus jugadores que le permite conocer a la perfección el estado de la musculatura del futbolista, lo que explica porqué desde la utilización de este Milan Lab el equipo rossonero ha visto reducidas en un 80% las lesiones musculares en sus futbolistas.
A partir de aquí, y dependiendo del perfil de cada entrenador, las rotaciones pueden ser utilizadas para otros fines. Así, si hablamos de entrenadores mecanicistas, con un sistema de entrenamiento basado en la repetición de jugadas trazadas anteriormente sobre la pizarra y que en sus planteamientos tienen muy en cuenta al rival que tendrán delante, la rotación puede ser aplicada con el fin de idear un plan perfecto para anular los puntos fuertes del adversario y aprovechar al máximo sus debilidades. El paradigma de técnico que utiliza la rotación en sus equipos con el fin de convertir el césped en un tablero de ajedrez es Rafa Benítez. Rafa acostumbra a trabajar con un número amplio de efectivos que le garantiza un enorme abanico de posibilidades, dónde lejos de buscar la calidad individual del futbolista, se interesa por el perfil que necesita, lo que explica, por ejemplo, que un jugador como Zenden fuese titular en la pasada final de la Champions y posteriormente fuese traspasado. A Rafa Benítez no le interesaba el Zenden futbolista. Necesitaba un extremo zurdo para aprovechar los espacios que dejase el lateral italiano al sumarse al ataque, ya que en el sistema del Milan, los laterales eran los únicos capaces de ocupar las bandas y el holandés respondía a ese perfil.
En cambio, si se trata de un entrenador que da una mayor importancia al futbolista y le da mayor libertad de decisión sobre el campo, el objetivo de las rotaciones será el de mantener la motivación de unos jugadores excelentes a nivel técnico, de manera que impida la relajación de los futbolistas. En este caso es imprescindible nombrar a Johan Cruyff y la última etapa de su Dream Team donde acumuló a cuatro extranjeros del nivel de Koeman, Laudrup, Stoichkov y Romario para competir por los tres puestos en el once que podían ocupar los futbolistas no nacionales.
Real Madrid vs. Barça: dos maneras de aplicar las rotaciones
Real Madrid:
En el Madrid, desde el principio de Liga, Bernd Schuster ha aplicado de manera constante el sistema de rotaciones con la intención de dar minutos al máximo número de futbolistas para que todos ellos se sintiesen importantes y, teniendo en cuenta que es su primera temporada en el banquillo blanco, dejar claro que no se casa con nadie. La cara negativa de esta operación es que se ha configurado un equipo con apenas automatismos creados y poco entendimiento entre jugadores, por lo que, para subsanar esto, el técnico alemán deberá decantarse pronto por un once tipo con el que trabajar para que empiecen a establecerse automatismos entre los jugadores, como el entendimiento entre los centrales, entre el lateral y el extremo de la misma banda, el pasador y el receptor… Así, vemos como en el Real Madrid se ha invertido el orden lógico, ya que lo normal es iniciar la temporada con un equipo base para fortalecer automatismos y a partir de este equipo, transcurridas entre cinco y ocho jornadas, empezar a introducir cambios con el objetivo de oxigenar a los jugadores a la vez que aumentas el número de efectivos que pueden participar con garantías tanto físicas, tácticas como de motivación.
F.C.Barcelona:
En el caso del F.C.Barcelona podemos ver las consecuencias de la falta de rotación en sus jugadores, que se ha traducido en las lesiones de Zambrotta, Milito y Touré Yaya. El técnico culé, sí utilizó desde un principio un once tipo, pero como consecuencia de una plantilla algo corta producto de las lesiones de larga duración de Puyol, Edmilson y Eto’o, unido al estado de nerviosismo por un arranque de Liga algo dubitativo tras el fracaso de la temporada anterior, impidieron al técnico rotar sus piezas, ya que daba la impresión de que cada partido era una final.
Hasta ahora, Franck Rijkaard ha utilizado las rotaciones con el fin de repartir minutos entre la mayoría de integrantes de la plantilla, y así dar descanso a los teóricos titulares a la vez que mantenía “contentos” a los menos habituales. No obstante, tras el relajamiento general de la pasada campaña, la escuela Cruyff, personalizada en el secretario técnico Txiqui Begiristain y el ayudante de Rijkaard, Eusebio, parece cobrar mayor relevancia. Así, las rotaciones buscan el máximo de exigencia en los jugadores y una competencia feroz para entrar en el once y una vez en él, mantenerse. En este contexto debemos entender, por ejemplo, la contratación de Thierry Henry. Futbolísticamente, aislado de las circunstancias del equipo, el francés no era una prioridad, su nivel, en comparación al del resto de delanteros titulares del equipo (Messi, Eto’o y Ronaldinho) es parejo, pero con su fichaje no se pretendía obtener un rendimiento de manera directa, sino que indirectamente el fichaje del crack francés obligaba a los cracks blaugranas a luchar por un sitio en el equipo con un futbolista de un nivel similar, evitando así que se relajaran. La lesión de Eto’o, no obstante, ha modificado sensiblemente el libro de ruta, pero a la vuelta del camerunés, ninguno de los denominados cuatro fantásticos podrá bajar el pie del acelerador, ya que eso significaría el camino directo al banquillo.
Otro ejemplo de esta nueva manera de aplicar las rotaciones en el conjunto culé fue la presencia de Deco en el teóricamente equipo suplente durante toda la temporada y su suplencia en el primer partido de Liga ante el Racing. El portugués, viendo que nadie es imprescindible y menos cuando las alternativas son Xavi o Iniesta, ha mostrado en éste inicio de competición un nivel que no se le recordaba desde su primera temporada como culé.