Luis Enrique

También en una semifinal de Champions League en Múnich, hace dos temporadas Messi se vio solo. Llegó lesionado, y sin el 10 nadie de los suyos alzó la voz. Anoche, veinticuatro meses más tarde, Leo levantó la mirada y vio moverse

7-0 y 6-1 son los dos últimos resultados obtenidos por el Bayern de Múnich en el Allianz Arena en esta Champions League. Ambos tras arrastrar de la ida un marcador poco favorable para los de Guardiola. El feudo muniqués, como

Messi es el abismo, el horizonte difuso, el otro extremo del mundo. La página en blanco del fútbol donde todo es posible y donde toda mentira puede ser verdad. Es los ojos de un niño cuando la magia aún no sorprende, un sorbo de

"Durante estos días he meditado sobre mis acciones pasadas y no hallo en ellas nada reprensible; en un ataque de loco entusiasmo creé una criatura racional, y tenía para con él el deber de asegurarle toda la felicidad y bienestar que

El Barça de esta temporada es un equipo, por lo general, muy poco preparado para defender cómodamente en campo propio. Ni por estructura, conceptos, ni por determinadas individualidades, es un escenario en el que se muestre fuerte; una debilidad agravada por