
Una historia que contar
Ronald Koeman ha encontrado a su equipo. La carrera de relevos que fue el arranque de curso culé, saltando de una idea a otra, ha dado paso a un periodo de indisimulada continuidad en la que el técnico neerlandés está apostando, partido tras partido, por unas líneas de juego compartidas. El 1-4-3-3, la posición centrada de Messi, la presencia de un extremo derecho abierto y de un extremo izquierdo cerrado, y la capacidad de los interiores para vestir la mediapunta y el área definen las principales líneas maestras de un sistema ya convertido en la base sobre la que crecer. Koeman ha dado con su tecla. Una a la que dar rodaje, que testar ante la adversidad y a la que buscarle mejoras que la refuercen. En este último aspecto, y ante la dificultad de la institución para acudir al mercado, el entrenador no tendrá más remedio que aprovechar cada oportunidad que le brinde la plantilla para tratar de actualizar su plan. Al respecto, Sergi Roberto, Ansu Fati y Samuel Umtiti son tres futbolistas cuyo perfil aparentemente encaja especialmente bien con determinadas características del equipo en sus respectivas demarcaciones.
El lateral derecho, por ejemplo, representa un tipo de futbolista con afinidad hacia la línea de medios que, con Dembélé abierto a banda y De Jong escalando hacia el área, puede encontrar su sitio proyectándose por dentro. Como un tercer central, primero, y como un medio a la derecha de Busquets, después. Y como la pieza que le regale al entrenador el potencial agitador de Dest entrando desde el banquillo. En el caso de Ansu Fati es la banda izquierda la que dice su nombre sin pronunciarlo. En esta posición viene utilizando Koeman a un delantero que, pese a empezar en banda, pueda terminar por dentro las jugadas, muchas veces por delante de Leo Messi, como el complemento que acompañe los apoyos del argentino de una forma más natural que la aparición de los interiores. No por nada, el molde en el que finalmente se ha acomodado Griezmann lo hizo un futbolista como Martin Braithwaite. Ocurre que ni el galo ni el danés están logrando el mismo impacto en banda que por dentro, algo que obliga a que el verdadero extremo izquierdo del ataque culé sea el lateral y que, a la postre, carga con una complejidad defensiva muy demandante a todo el carril. De ahí que un perfil de central izquierdo como Lenglet, más rígido y expuesto cuando tiene que salir a banda, sufra más de lo que podría hacerlo una versión competitiva de Samuel Umtiti.
Si consigue que el cuerpo le acompañe, Big Sam es un zaguero que ya representó un papel parecido tras el aterrizaje de Valverde en el Camp Nou, amortiguando a la espalda de Jordi Alba e incrustándose con balón a la izquierdo de Busquets permitiendo el adelantamiento del interior. A la espera de la recuperación de los dos canteranos, la del central izquierdo fue la apuesta más llamativa de Ronald Koeman para enfrentarse al Athletic, en un encuentro que más allá de los nombres reservó varias intervenciones del entrenador. Encontrado y asimilado el punto de partida, Koeman puede matizar sin perder la estructura. Sobre esto, el gran cambio táctico del Barça ante los de Marcelino vino introducido por la baja de Busquets, y por el hecho de que el sustituto que eligió Koeman para el de Badia no fuese Pjanic sino De Jong. Pieza clave en la evolución del equipo durante las últimas semanas, incorporando la profundidad, los movimientos al espacio y el remate que probablemente necesite un conjunto que prescinde de una referencia ofensiva clara, esta vez Frenkie se situó como el hombre de cierre del mediocampo. Ante las dificultades que en la Supercopa le generó la presión bilbaína a la salida de balón azulgrana, la idea de Koeman probablemente fue la de acercar la poderosa conducción de su compatriota al inicio de la acción.
De Jong empezaba abajo junto a los centrales, conectaba por dentro con Messi, Pedri o Pjanic, y terminaba arriba dejando atrás al bosnio. El concurso de Miralem, especialmente en el primer tiempo, resultó interesante para los locales, ocupando la zona del interior derecho que normalmente el sistema suele dejar sin dueño. Es el espacio desde donde habitualmente escapa De Jong para acudir al área, y al que no termina de llegar Mingueza desde el lateral, a la espera de un pase atrás de Dembélé que estabilice la jugada. Justo en ese punto esperó el balón el ex de la Juve, recibiendo de cara en campo contrario y aprovechando tanto su golpeo como la perspectiva que se le abría ante los ojos para activar a sus compañeros más adelantados. Uno de ellos fue Leo Messi, más delantero que otros días, ya fuera porque la perdida del De Jong más llegador le obligara a hacerlo o porque los pases de Pjanic le entregaron el balón sin necesidad de bajar a buscarlo. Aunque de una forma distinta, también los dos teóricos extremos asumieron una actitud más atacante que en otros partidos, especialmente en lo que se refiere a la profundidad sin balón. Tanto Dembélé como Griezmann atacaron la espalda de una defensa que tenía la intención de acompañar la presión de su equipo defiendo hacia adelante.
Si bien su acierto final no fue regular, su juego no sólo le dio aire a los ataques, sino que obligando al Athletic a girarse y correr en dirección a al portería de Unai Simón, también dibujó un escenario defensivo más cómodo para los culés. Al Barça le resultó más fácil contener y a los de Marcelino les fue más difícil contraatacar. El cuadrado que formaron Araújo, Umtiti, De Jong y Pjanic en el carril central reforzó el corazón de una estructura sin balón para la que, nuevamente, Muniain significó la principal amenaza. Buscando una y otra vez la recepción centrada entre líneas, arrastrando a Mingueza para que Yuri disfrutara del carril y para que la caída a banda de uno de los puntas sacara del área a Ronald Araújo. Fueron dos situaciones que el técnico del Barça trató de solucionar con sus cambios, primero dando entrada en mediocampo a Sergi Roberto para que su recorrido sirviera tanto para la llegada como para el retorno, y después recurriendo a un tercer central que mantuviera siempre abrigada el área. Koeman ha encontrado su relato. Un discurso táctico a partir del cual trabajar. Para ver hasta dónde llega.
– Foto: Alex Caparros/Getty Images
Antonio VL 2 febrero, 2021
Si Umtiti sigue a este buen nivel que ha mostrado en los 3 últimos partidos que ha disputado (Granada, Elche y Athletic) de cara al duelo de Champions frente al PSG tiene opciones de ser titular. En este último frente al Athletic recordó un poco al Umtiti de hace 2-3 temporadas, estuvo bien en la cobertura en banda, en anticipación, salida de balón y duelos individuales. Como comentas en este sistema se le ve más cómodo que a Lenglet que sufre más al estar más expuesto.
Por otro lado, vimos la versión de De Jong más próximo a la del Ajax jugando como único pivote más importante en la salida y progresión del balón en el juego de su equipo que llegando al área como rematador.