
Cuatro mediocentros o ninguno
Las incorporaciones de Joao Cancelo y Joao Félix obligan a un Barça diferente. No sólo porque los dos portugueses le proporcionan al equipo de Xavi posibilidades y recursos que hace unos meses no tenía, sino también porque para encajar sus características y singularidad futbolística el cuadro culé está forzado a cambiar su forma de organizarse. A modificar su estructura. El Barça 2022-23 no tenía a futbolistas como ellos, lo que significa que con los Joaos puede hacer cosas distintas y, también, que ya no puede hacer las mismas. Uno de los cambios más evidentes tiene que ver con la organización defensiva que resulta del posicionamiento de ambos laterales cuando el equipo se despliega en ataque. Es decir, con ese momento en el que el lateral izquierdo se proyecta por banda para tomar forma de extremo al tiempo que el derecho, que la temporada pasada aguardaba atrás con apariencia de tercer central, se incorpora al mediocampo como un centrocampista más. El diagnóstico es simple: con un lateral como Joao Cancelo, el Barça ha pasado de cerrar con tres centrales a cerrar sólo con dos.
Después de encajar cuatro goles contra Celta y Mallorca, la última medida que ha adoptado Xavi para no exponer tanto la transición ataque-defensa barcelonista ha consistido en extraer a Joao Félix del cuadrado y acercarlo al extremo, de tal modo que el carril zurdo no tenga que recaer exclusivamente sobre los hombros de Balde. Utilizar al delantero luso para que el Barça abra el campo por los dos perfiles sin necesitar que el lateral se transforme en extremo de forma prematura y pueda medir más los momentos a la hora de proyectarse por banda. Como un comportamiento más exterior de Joao Félix implica perder una de las dos referencias centrales que el Barça venía situando en tres cuartos de campo con la estructura de cuadrado, en la última jornada de Liga, ante el Sevilla, la receta se completó con la presencia adelantada de los dos interiores y dando más autonomía con la pelota a un mediocentro que, contra los hombres de Mendilibar, recayó en Ilkay Gündogan. Anoche, sin embargo, el puesto regresó a manos de Oriol Romeu y, como viene sucediendo en este arranque de temporada, el de Ulldecona tuvo problemas para generar ventajas con la pelota ante el bloque alto que presentó el equipo de Sérgio Conceiçao.
Como consecuencia de las dificultades que encontró el mediocentro y la pareja de centrales para dar salida y temple al juego azulgrana, el equipo encontró la solución de retrasar la posición de ambos interiores para que tanto Gavi como especialmente Gündogan intervinieran antes en la jugada. El alemán, de hecho, por momentos fue quien ejerció como pivote y primer receptor de los pases de Ter Stegen, desplazando a Romeu de su posición y recuperando el rol que Xavi le asignó el fin de semana ante el Sevilla. Que el circuito de salida culer sumara tantas piezas abajo, no obstante, conllevó que las perdiera arriba, concretamente a la espalda del mediocampo local. Con los extremos abiertos, vencedores en sus respectivos duelos contra los los laterales del Porto, y los tres centrocampistas amontonados en la base de la jugada, el ataque visitante apenas tuvo referencias en tres cuartos con las que recibir entre líneas, dar continuidad a la circulación, juntar al equipo alrededor del cuero y, como resultado, poder activar una presión más eficiente en campo rival.
No fue el único inconveniente derivado de los problemas del Barça en el tránsito de la defensa a la mediapunta, pues habiendo perdido a De Jong como Deus ex machina de la salida de balón, y no encontrando en Oriol Romeu una alternativa al neerlandés a la hora de hacer avanzar al equipo, Cancelo asumió un peso en la dirección de la jugada que no siempre benefició al equipo. Y es que el talante ofensivo, interior y creativo del portugués se expresa más y mejor en zonas y funciones más definitivas. Pudiendo asumir el riesgo de la pérdida en campo contrario, moviéndose con una buena dosis de libertad para construir ventajas técnicas desde el pase, el regate y la creación de oportunidades. No tanto administrando desde la pausa y la organización el esqueleto de la jugada en campo propio. Cancelo es un lateral más útil desordenando al rival que ordenando a su propio equipo. Siendo más mediapunta que mediocentro. Anoche en Do Dragao, y en ausencia de Frenkie de Jong, Cancelo, Gündogan y Gavi tuvieron que ser un poco pivotes, y el Barça los extrañó en las posiciones y roles donde más brillan.
– Foto: PATRICIA DE MELO MOREIRA/AFP via Getty Images