El Milan 2012-13:
Pocos clubs hay con más mística que el Milan. Para bien y para mal, los rossonero forman parte de ese grupo de equipos que arrastran leyendas. Cuando conviven con el éxito, son leyendas de victoria, admiración y heroísmo. Cuando las cosas van mal, sin embargo, sobrevuelan las leyendas negras, los sospechosos habituales.
Desde que el Milan de Ancelotti abdicara y el club no supiera abrir la puerta a la salida de los antiguos héroes y a la entrada de un nuevo proyecto, hay un tópico adherido al conjunto lombardo: el del cementerio de elefantes. La ausencia de relevos en los pilares del antiguo campeón, y la querencia por contratar ilustres veteranos, dieron forma a esa imagen. Curiosamente, en la actualidad sigue manteniendo la fama, aunque la renovación de la plantilla sea un hecho. Ni Pirlo, ni Seedorf, ni Zambrotta, ni Nesta, ni Inzaghi… Más allá de Ambrosini, Abbiati y Yepes, pocos veteranos quedan ya en Milan. Una proporción habitual en el resto de plantillas.
Bojan: un segundo de más para Allegri
Ya bastante arrinconado en el papel de suplente una vez asentado el tridente atacante titular formado por El Shaarawy, Pazzini y Niang, ahora vuelve a Italia Mario Balotelli para ponerle las cosas aún más complicadas a Bojan. Para la Champions, y ante el Barça, no obstante, el delantero de Linyola puede tener reservado un inesperado papel protagonista. Puede ser el arma escondida de Massimiliano Allegri.
El Milan ya no es aquel equipo pesado y veterano, a medio camino entre una clínica de recuperación y un cementerio de elefantes. El Milan actual corre. La renovación generacional está ahí, aunque el nivel no haya subido precisamente. Esto, que por lo general podría considerarse como algo positivo, en la eliminatoria que lo enfrentará al Barça quizá no lo sea tanto.
Rijkaard vs. Ancelotti, movimiento a movimiento
Aunque tengamos precedentes más inmediatos, seguramente el último gran enfrentamiento entre Barça y Milan que se nos venga a la mente sea el que ambos conjuntos protagonizaron en 2006. Fue en la eliminatoria de semifinales previa a la final de
Los laterales como solución
El Barça afronta dos semanas de reposo antes de que vuelvan los partidos trascendentales: la eliminatoria ante el Milan y la vuelta de Copa ante el Real Madrid. Ambos pueden dejarte fuera de una competición. Lejos de tomar la Liga como descanso, es el momento de hacer valer el margen de puntos obtenido. Poniendo puntos de por medio con el Madrid, el Barça no sólo ganó tranquilidad, sino también tiempo. Es el momento de usarlo, y la baja de Xavi, más que un problema, puede ser una oportunidad perfecta.
En el primer partido de semifinal de Copa con el Madrid, Mourinho puso en problemas a los azulgranas a partir de la presión adelantada. El partido se configuró a partir de ahí. Y atención, porque el Milan ha perdido instinto de supervivencia atrás y ha ganado juventud e ímpetu arriba. Es más que previsible que los italianos salgan a morder al Barça arriba.
Balotelli en la Serie A
De momento Txiki Beguiristain ya se ha sacado de encima a Balotelli. Será muy bueno -o no tanto- pero por lo general tenerlo en el equipo no compensa. Al Milan quizá si. Al menos al actual, un equipo muy muy necesitado que ve como tras el emparejamiento con el Barça, la clasificación para la próxima Champions no está ni mucho menos asegurada.
Dos semanas sin Xavi
El Barça perderá a Xavi Hernández durante, al menos, dos semanas. Lo primero, lamentarse. Después, buscar lecturas positivas. Las más evidentes, que no se trata de una lesión de gravedad, que no se perderá, a priori, ningún partido trascendental, y por último, que el Xavi de esta temporada no tiene el peso específico que si tenía en campañas anteriores. En un segundo nivel de lectura, al cuerpo técnico se le presenta un escenario interesante. Tendrá la posibilidad de poner en marcha mecanismos alternativos, de activar a hombres menos rodados y que, una vez regrese Xavi, todo esto se sume al capital colectivo del equipo. En un escenario sin mucho que perder, el Barça tiene la oportunidad de crecer en variantes.
Entre Cesc y Xavi, Iniesta:
El partido no fue como se esperaba. Mérito del Madrid, porque el escenario que imaginábamos era favorable al Barça. Sin la pareja Pepe-Ramos concebíamos a un Madrid retrasado en su versión más conservadora, con la defensa próxima al área. Ahí el Barça dominaría posesión, ritmo, recuperación y además situaría a Messi cerca del gol. Mourinho contaba con Ronaldo y Özil para sacar algo de ese contexto, pero todo estaba de cara para los culés.
Cuatro apuntes del Madrid-Barça (2/2)
3- Pedro + Alexis:
Es evidente que el partido de esta noche viene marcado por las ausencias en el Madrid. No estará Casillas, ni Di María, ni la pareja Ramos-Pepe, ni Coentrao. Quien si estará es Marcelo, pero llega más que justo. Con Coentrao disponible no habría dudas. Tampoco sin el rival fuera otro. Pero Mourinho tiene lo que tiene y jugársela ahí con Essien parece demasiado temerario teniendo en cuenta los acompañantes que tendrá. En el ataque azulgrana, todas las miradas estarán puestas en Messi y la efervescente banda izquierda de Alba, Cesc e Iniesta. También el sistema defensivo blanco. Por eso, en la posición del maltrecho lateral brasileño, al Barça se le abre una nueva posibilidad de desequilibrio.Cuatro apuntes del Madrid-Barça (1/2)
1- El primer clásico del Barça de Vilanova:
Cuando Barça y Madrid se enfrentaron en la primera vuelta de la Liga, el equipo de Vilanova aún no había arrancado. De hecho lo hizo a partir de ese partido, punto de partida de las propuestas y novedades que se reflejan ahora en el líder de la competición. Aquel era un equipo todavía muy "tardoguardioliano" un conjunto en construcción. Este es uno de los principales alicientes del nuevo enfrentamiento entre los dos grandes. Son los mismos equipos, pero uno de los dos es otro.El lado débil de Messi
Por primera vez desde que Ronaldinho abandonó Barcelona, el costado más fuerte del equipo no es el de Messi. El Barça de Leo empezó jugando casi en medio sector, el derecho, cuando a la llegada de Guardiola se edificó todo sobre el triángulo Alves-Xavi-Messi. Después el argentino pasó al centro, y con el movimiento ese carril se convirtió en el epicentro donde pasaban las cosas. Fue el momento del triángulo Xavi-Iniesta-Messi.
Ahora sucede algo insólito, pues el lado fuerte lo definen Alba, Cesc e Iniesta. ¿Quiere decir eso que Messi ya no es el jugador franquicia? Para nada. El argentino sigue siendo el hombre más importante y la explicación de todo o casi todo lo que sucede sobre el césped. Pero el escenario ha cambiado y no precisamente a peor.

