Piqué

Tradicionalmente, para el Barça de Luis Enrique cambiar su esquema de juego de manera puntual, de cara a un único partido, ha tenido dos efectos, uno positivo y otro negativo. El positivo casi siempre tiene que ver con el resultado a nivel táctico y

París consagró a Unai Emery. La misma ciudad que hasta anoche miraba con recelo al técnico de Fuenterrabía, por quien en verano renunciaron a buena parte de lo que ya eran por acercarse a lo que querían ser, sintió que

No había más opción. Necesitado de dos goles para darle la vuelta a la eliminatoria y acreditada la disminuida efectividad de su repliegue durante los últimos meses, Simeone salió a buscar arriba al Barça. O lo que es lo mismo, enfrentó