Guardiola

Cuando tu mayor promesa desde Leo Messi abandona el club, no hay lado positivo. Cuando, además, lo hace con signos de estancamiento y sin demasiadas oportuidades ni rendimiento, es pertinente profundizar más. En las temporadas que lleva en el primer equipo, Thiago Alcántara ha jugado poquito y, a sus 22 años, ha evolucionado más poquito todavía. Encontrar un único culpable seria simplificar las cosas. Eso pretendemos desarrollar en este artículo. No repartir las culpas y ver quien tiene más, sino tejer un mapa para aproximarnos a lo que ha sido el problema y que sirva para que no se vuelva a repetir. Cuando el fracaso es tan sonado, la culpa tiene varios padres. Todos son responsables. Veremos si todos salen perdiendo.

Hace una semana, Sandro Rosell, presidente del F.C.Barcelona, declaraba que tras el fichaje de Neymar al club todavía le faltaban por acometer una o dos incorporaciones. Asumiendo y confiando que la contratación de un nuevo central es ineludible, queda por esclarecer ese posible tercer refuerzo. En marzo, cuando le dedicamos la atención a la planificación del Barça 2013-14, también repartimos la atención en tres focos: Neymar, el central y la portería. Sin embargo, el deseo de Valdés de agotar su contrato y la sensación de que el club no se va a mover en ese sentido, podrían abrir nuevos escenarios. Un anexo a la planificación, habría sido el lateral derecho, pero la excelente segunda mitad de temporada de Alves y la escasez en el mercado, parecen indicar que tampoco ahí se resolvería el enigma. En el apartado de bajas, suena con fuerza el adiós de Thiago, un revés importante, pero da la sensación que la respuesta se encontraría antes en el ascenso de alguien del filial que en una nueva incorporación. ¿Quién es, entonces, ese eventual tercer fichaje?

Sergio Busquets es intocable. Y lo será por mucho tiempo, faltaría más. No siempre lo fue. Aunque saliese en la foto de Roma, a lo largo de su primera temporada en el primer equipo formó junto a Keita la segunda unidad en el mediocampo del Barça. Puntualmente recambio de Xavi en el interior y habitual reserva de un mediocentro que pertenecía a Touré Yaya. El marfileño cedió pistonada a la siguiente temporada, perdió la titularidad en favor del canterano y finalmente, en verano, se embarcó en el nuevo proyecto del City. Para hacer frente a la partida del poderoso africano, el Barça incorporó a uno de los mediocentros más sólidos del momento. Javier Mascherano, un referente en su posición. Cuando el argentino aterrizó en Barcelona, Sergio Busquets ya era campeón del mundo. Todo el mundo tenía asumido a quien pertenecía el mediocentro del Barça. Al Jefecito, cuando jugó, se le vio superado por el contexto futbolístico. El fútbol repercutió en lo anímico y su participación en la media estuvo apunto de dejar de ser competitiva. Pese a su aspecto de duro, ya van dos posiciones en las que, con Mascherano, lo mental ha empeorado lo futbolístico.