¿El fin del Xavismo?
El cómico Ángel Pavlovsky cuenta la anécdota -no se sabe si real o inventada- de un hombre que a mitad de la función, disgustado con el espectáculo, abandonó el teatro. Al rato decidió volver. "Claro, para lo que hay fuera, pensaría que mejor estaba dentro" añade con sorna Pavlovsky. Algo así debe pensar el barcelonismo con respecto a Xavi y su progresivo declive. Resulta ineludible la cuestión de que se va acabando. Pero el vértigo del post-Xavismo congela. Desde casa es fácil el "tú dentro, tú fuera", pero en la realidad todo se complica.
Inventarse al jugador nº12
Hace una semana, Pep Guardiola daba una charla en Argentina. En ella, con la excusa de hablar de Messi y su posición, expuso algo aún más relevante y que no tiene que ver sólo con lo pasado, sino que sirve como pistas para el futuro. Durante su intervención, el técnico insiste una y otra vez en su obsesión por generar la superioridad en el centro del campo. La evolución táctica del Barça, y de sus rivales más directos, es la batalla por la superioridad numérica. Por disfrutar de un hombre de más en un deporte en que ambos equipos tienen el mismo número de jugadores. Como punto de partida resulta estimulante. [youtube https://www.youtube.com/watch?v=e4-ax69pHcU]
Alrededor de Messi
En uno de los picos de mayor esplendor del Barça de los últimos años, alguien definió al equipo de Guardiola como la mezcla perfecta entre el 'Dream Team' de Cruyff y el Milan de Sacchi, a la que además, se le había sumado el mejor Maradona. Más tarde se cayó el 'Dream Team' (el juego con balón) y con él el Milan de Sacchi (el juego sin balón), y ya sólo quedó el crack argentino.
Hubo un momento en el que Messi solo era mejor que cualquier otro equipo. Quizá aún lo sea. Da miedo ser conscientes que con Leo al 100%, como mínimo, se habría igualado muy mucho una eliminatoria que sin él ha terminado 7-0. Todos recordamos lo que pasó en cuartos, donde Messi, en diez minutos, lesionado y andando, eliminó al París Saint Germain y consiguió lo que nadie más en toda la temporada: sacar a Thiago Silva del área.
Las 10 maravillas de Pep Guardiola: 1- Nadie jugó mejor
Temporada 2010-11. Jornada 13. Barça-Real Madrid: 5-0
Valdés; Alves, Piqué, Puyol, Abidal; Busquets, Xavi, Iniesta; Pedro, Messi y Villa.
Posiblemente sea el punto más alto al que haya llegado nunca un equipo de fútbol. Para salirse de la norma fue un lunes, y no ante un rival cualquiera, sino ante el Real Madrid de Mourinho. Aquel fue el primer Barça-Madrid de Mou, y seguramente supuso el inicio del duelo más brutal que conoce la historia de este deporte.
Podría decirse que al Barça todo le salió bien, pero es que además se vio favorecido por un bagaje anímico previo que estalló por los aires cuando Messi, al inicio del partido, en una jugada imposible, mandó el balón al palo a la salida de un córner. El Madrid llegaba con el recuerdo del 2 a 6, de los aplausos a Ronaldinho, de Calderón, Juande Ramos y Schuster, de dos ligas ganadas que todo el munido sintió que las perdió el Barça… no lo sentían como un duelo de igual a igual, y sólo les faltaba esa jugada de Messi, su particular pesadilla.
La decisión de Guardiola
La semana pasada saltó la noticia del fichaje de Guardiola por el Bayern de Munich para la próxima temporada. Después de un análisis mayormente epidérmico, empezó el juego, la subasta. ¿A quién se llevará Guardiola con él? No somos muy originales: Neymar, los jugadores del Barça, algunos de los jóvenes talentos alemanes... Si nos fijamos en la plantilla del coloso germano, veremos que el Bayern es un equipo hecho y quizás la tercera plantilla más potente del planeta. Hay poco margen. Si acaso algún interior y un defensa, pero atención ahí, porque los de Bavaria ya cuentan con Lahm, Boateng y Alaba, y como dice el amigo Abel Rojas, desde que se conoció la noticia del desembarco de Pep, a Javi Martínez se le está poniendo cara de central nuevamente. Sin embargo, quizá más interesante aún, sea ver las bajas que dé el de Santpedor, y en relación a eso, como afronta la decisión que va a marcar su paso por Alemania.
Las 10 maravillas de Pep Guardiola: 2- «La Final»
Temporada 2010-11. Final de la Champions League. Barça-Manchester United: 3-1
Valdés; Alves, Piqué, Mascherano, Abidal; Busquets, Xavi, Iniesta; Pedro, Messi y Villa.
Quizá, las dos finales de Champions que ha disputado, sean los dos mejores partidos en la carrera del Leo Messi. La primera, en Roma, fue la de la sorpresa por su ubicación en el centro. En la segunda, ahora en Wembley, todos lo esperábamos ahí, y aún así, comandó al Barça para convertirte en uno de los campeones más indiscutibles que se recuerdan.
El Barça de Guardiola fue un equipo de finales. No es habitual que entre las mejores actuaciones de un equipo se cuenten tantas grandes finales. Citas en las que la igualdad entre oponentes, el conservadurismo y la prudencia por el miedo a la derrota, la presión y la tensión, acostumbran a deparar choques con más activos emocionales que futbolísticos. No es este el caso. El Barça de Guardiola ganó y perdió finales, pero siempre las jugó bien. Habitualmente, mejor que nunca.
Las tres edades del Barça de Vilanova
Prefacio: Las dos caras de una decisión perfecta
Al finalizar la temporada pasada el F.C.Barcelona tuvo que enfrentar una situación que esperaba que nunca llegara. Pep Guardiola, tras cuatro años entrenando al primer equipo y uno al filial, decidía parar, detenerse, subir a la superficie a respirar. Se avecinaba un momento traumático, la creación de una frontera entre un pre y un post. Prácticamente todo el mundo coincidía en que la decisión sobre su sustituto debía ahondar en la senda de la idea y el modelo que Pep había llevado a la excelencia, pero todo el mundo, también, daba por sentado con resignación que se iniciaba un nuevo ciclo. Sin embargo, la dirección deportiva sorprendió con una decisión genial: la designación de Tito Vilanova, asistente de Guardiola, para tomar las riendas del equipo. No sólo se subrayaba por partida doble la idea y el modelo, sino que además, con la decisión tomada, se calmaban los temores escenificando una continuidad en el proyecto insospechada dada la situación. Transitar sin desplazarse. El equipo empezaba un proceso de renovación, pero se conseguía diluir la incertidumbre, la sensación de cierre de un momento histórico, de paso a una nueva etapa, de pérdida traumática. La suficiencia como técnico de Tito Vilanova la conocían los de dentro, los encargados de tomar la decisión. De su capacidad para llevar el vestuario, tras cuatro años siendo mano derecha de Guardiola, pocas dudas podía haber. El vestuario estaría con él. Era “uno de los nuestros”.Las 10 maravillas de Pep Guardiola: 3- La confirmación
Temporada 2008-09. Cuartos de Final de la Champions League. Barça-B.Múnich: 4-0
Valdés; Alves, Márquez, Piqué, Puyol; Touré, Xavi, Iniesta; Messi, Eto'o y Henry.
Aunque visto hoy sonroje, el Barça del triplete despertó dudas hasta bien entrado el mes de abril. Concretamente hasta que en los cuartos de final de la Champions League se midió al cuatro veces campeón de Europa Bayern Múnich. En Liga, al Barça de Guardiola le bastaban 45 minutos por jornada para alcanzar números de récord, pero Atlético de Madrid, Valencia o Sevilla no parecían suficiente para el juicio mediático hasta que estalló la realidad. En el ambiente flotaba la nebulosa de que el equipo no se había enfrentado aún a un rival realmente grande y se ponía en tela de juicio si sería capaz de demostrar la misma superioridad exhibida en Liga, llegados a una cita más exigente. Y en esas llegó el Bayern Múnich de Klinsmann, que no era el que un día tiranizó Europa de la mano de Franz Beckenbauer, ni el de los noventa, ni tan siquiera el actual, pero que con Ribery, Lahm, Luca Toni, Klose, Lucio o Schweinsteiger, pocas dudas dejaba de que se trataba de un rival de peso para el equipo de Guardiola. El cuatro a cero final no dejó dudas: El Barça de Guardiola iba en serio. Esa noche, el equipo puso en práctica todos sus recursos y los llevó a la máxima expresión. El mejor partido de la era Guardiola hasta que Messi abandonó la banda.
El panóptico de Sergio Busquets
Decía Juanma Lillo aquello de "dime con qué mediocentro andas y te diré qué equipo eres", y a partir de Busquets puede reseguirse el camino que ha caminado el Barça desde que Guardiola le diese la alternativa en el primer equipo. Busi
Las 10 maravillas de Pep Guardiola: 4- Un empate para recordar
Temporada 2009-10. Cuartos de Final de la Champions League. Arsenal-Barça: 2-2
Valdés; Alves, Piqué, Puyol, Maxwell;Xavi, Busquets; Pedro, Messi, Keita, Ibrahimovic.
La temporada 2009-10 seguramente sea la de menos nivel del Barça de Guardiola. La caída física de Henry y Márquez, las continuas lesiones de Andrés Iniesta y la llegada de Zlatan Ibrahimovic fueron las claves para explicar el cambio. Los mayores problemas del equipo: la falta de profundidad sin Eto'o ni Henry y la difícil convivencia -futbolística- de Ibra y Messi. Llegado el verano, Guardiola actuaría decisivamente, pero hasta entonces tocaba competir, en la Liga con un Madrid que obligaría a alcanzar los 99 puntos, y en Champions con el horizonte de una final en el feudo del máximo rival. La final del Bernabéu quedó a un paso.
