34 jornadas
Cuando el camino ha sido tan tortuoso como el del Barça esta temporada, valorarlo de manera unificada es un error. El alumno que suspende dos asignaturas con un 1 y sobresale con un 10 en otras dos, no es un alumno normal. Es muy malo en unas cosas y excelente en otras. El 10 no esconde al 1 igual que el 1 no contrarresta al 10. Así ha sido la temporada del Barça. Tortuosa, irregular, con tramos ciertamente muy buenos y otros muy malos. Para sacar su valoración final, unos se quedarán con una parte, otros con otra y algunos optarán por hacer la media. Aquello de las dos manzanas, yo me como las dos, tú ninguna...
Aquí, que no queremos ser jueces ni jurado, ni tenemos la necesidad de una nota final que sacar a pasear en discusiones y debates, no haremos ni una cosa ni la otra. Preferimos exprimir lo que nos deja cada uno de los momentos del equipo, volver sobre los propios pasos, reandar lo andado y seguir el hilo hasta salir del laberinto.
Va de espaldas
En un estadio de fútbol, como en un museo, lo que más vemos son espaldas. En ambos casos, a no ser que estemos en primera fila. Ver una espalda no es cualquier cosa. Es, por lo pronto, asumir la propia espalda y que ésta, igual que las que forman delante nuestro, puede ser vista. De hecho, puede ser vista por cualquiera menos por uno mismo. Así pues, viendo la espalda del otro, se nos revela justamente eso, la vulnerabilidad de la nuestra.
¿Y porqué tanta espalda? Entremos en cuestión porqué esto hoy va de espaldas.
Un buen resultado y dos grandes noticias
Partido grande de Champions que tuvo de todo. La primera noticia la dio Ancelotti con la sorpresa de la entrada de Beckham. Todo el mundo se puso a imaginar sus parábolas dirigidas a las cabezas de Ibra, Thiago Silva, Alex o Matuidi. Y lo cierto es que durante la primera fase del partido fue así. Empezó mejor el PSG, bien asegurado en sus dos líneas de pase, sin girar al mediocampo y con un Thiago Silva imperial para solventar cualquier desajuste. Con Pastore y Lucas por fuera, el Barça tenía ventaja, pero como la portería está en medio y la custodiaba el mejor central del mundo, era una situación asumible. Así se explica que el Barça no masacrara desde el baile de Dani Alves a Pastore. El argentino sólo restó.
Estará Ibrahimovic
La presencia del delantero sueco lo cambia todo, y es que el PSG actual es un equipo diseñado para él. Sin Zlatan es incompleto, mantiene su fortaleza atrás, el músculo y la potencia, pero se queda sin salida. Ibra es el plan en ataque. Tras robo, todas lo buscan a él y él las quiere todas. Con la libertad de saber que el diseño colectivo no sólo sostiene eso sino que lo potencia. Amplitud en las bandas y un socio arriba encarado principalmente a buscar la profundidad y a pisar área. Bien Ménez, bien Lavezzi, bien Gameiro si Ancelotti tiene que poner más carne en el asador desde el banquillo, son el contrapunto a un Zlatan que jugando de nueve siempre ha querido ser diez.
Pastore, para lo bueno y para lo malo
Fue el Robinho del Paris Saint Germain. El primer movimiento de equipo poderoso. Sonaba para los clubs más grandes pero terminó en París. Era ese fichaje con el que anunciar al mundo que ellos también contaban y que iban en serio. No hay Ancelotti ni Ibrahimovic si antes no hay un Pastore, igual que no hay Touré Yaya ni Agüero si antes no hay un Robinho. Pastore no es Robinho, es peor futbolista, Ancelotti se las ha visto y deseado para encontrarle utilidad en su esquema. Finalmente lo ha hecho, en un rol secundario entre escondido y apartado en banda izquierda. Aún así, su papel puede ser fundamental ante el Barça, tanto para bien como para mal.
Las 10 maravillas de Pep Guardiola: 1- Nadie jugó mejor
Temporada 2010-11. Jornada 13. Barça-Real Madrid: 5-0
Valdés; Alves, Piqué, Puyol, Abidal; Busquets, Xavi, Iniesta; Pedro, Messi y Villa.
Posiblemente sea el punto más alto al que haya llegado nunca un equipo de fútbol. Para salirse de la norma fue un lunes, y no ante un rival cualquiera, sino ante el Real Madrid de Mourinho. Aquel fue el primer Barça-Madrid de Mou, y seguramente supuso el inicio del duelo más brutal que conoce la historia de este deporte.
Podría decirse que al Barça todo le salió bien, pero es que además se vio favorecido por un bagaje anímico previo que estalló por los aires cuando Messi, al inicio del partido, en una jugada imposible, mandó el balón al palo a la salida de un córner. El Madrid llegaba con el recuerdo del 2 a 6, de los aplausos a Ronaldinho, de Calderón, Juande Ramos y Schuster, de dos ligas ganadas que todo el munido sintió que las perdió el Barça… no lo sentían como un duelo de igual a igual, y sólo les faltaba esa jugada de Messi, su particular pesadilla.
Los laterales como solución
El Barça afronta dos semanas de reposo antes de que vuelvan los partidos trascendentales: la eliminatoria ante el Milan y la vuelta de Copa ante el Real Madrid. Ambos pueden dejarte fuera de una competición. Lejos de tomar la Liga como descanso, es el momento de hacer valer el margen de puntos obtenido. Poniendo puntos de por medio con el Madrid, el Barça no sólo ganó tranquilidad, sino también tiempo. Es el momento de usarlo, y la baja de Xavi, más que un problema, puede ser una oportunidad perfecta.
En el primer partido de semifinal de Copa con el Madrid, Mourinho puso en problemas a los azulgranas a partir de la presión adelantada. El partido se configuró a partir de ahí. Y atención, porque el Milan ha perdido instinto de supervivencia atrás y ha ganado juventud e ímpetu arriba. Es más que previsible que los italianos salgan a morder al Barça arriba.
Cuatro apuntes del Madrid-Barça (2/2)
3- Pedro + Alexis:
Es evidente que el partido de esta noche viene marcado por las ausencias en el Madrid. No estará Casillas, ni Di María, ni la pareja Ramos-Pepe, ni Coentrao. Quien si estará es Marcelo, pero llega más que justo. Con Coentrao disponible no habría dudas. Tampoco sin el rival fuera otro. Pero Mourinho tiene lo que tiene y jugársela ahí con Essien parece demasiado temerario teniendo en cuenta los acompañantes que tendrá. En el ataque azulgrana, todas las miradas estarán puestas en Messi y la efervescente banda izquierda de Alba, Cesc e Iniesta. También el sistema defensivo blanco. Por eso, en la posición del maltrecho lateral brasileño, al Barça se le abre una nueva posibilidad de desequilibrio.Las 10 maravillas de Pep Guardiola: 2- «La Final»
Temporada 2010-11. Final de la Champions League. Barça-Manchester United: 3-1
Valdés; Alves, Piqué, Mascherano, Abidal; Busquets, Xavi, Iniesta; Pedro, Messi y Villa.
Quizá, las dos finales de Champions que ha disputado, sean los dos mejores partidos en la carrera del Leo Messi. La primera, en Roma, fue la de la sorpresa por su ubicación en el centro. En la segunda, ahora en Wembley, todos lo esperábamos ahí, y aún así, comandó al Barça para convertirte en uno de los campeones más indiscutibles que se recuerdan.
El Barça de Guardiola fue un equipo de finales. No es habitual que entre las mejores actuaciones de un equipo se cuenten tantas grandes finales. Citas en las que la igualdad entre oponentes, el conservadurismo y la prudencia por el miedo a la derrota, la presión y la tensión, acostumbran a deparar choques con más activos emocionales que futbolísticos. No es este el caso. El Barça de Guardiola ganó y perdió finales, pero siempre las jugó bien. Habitualmente, mejor que nunca.
La inoportunidad
Este lunes Isaac Cuenca volvió a entrenarse después de más de cinco meses apartado del balón. Hace nada los que reaparecieron fueron Adriano y Thiago Alcántara, y siguen en la enfermería Alexis, Bartra y Dani Alves -a parte de un caso más complicado como el de Abidal.
Todas las lesiones son distintas, y tampoco son iguales sus consecuencias. Estas últimas las acostumbramos a medir según el tiempo de baja, la repercusión que una determinada ausencia tiene sobre el equipo, o en las secuelas que puede dejar a nivel físico en el futbolista una recuperación no tan exitosa como sería deseable. No obstante, cuando un futbolista tiene que pasar por la enfermería, hay otra variable que entra en juego, la del momento en que se produce. No pocas veces hemos escuchado decir "Ha tenido mucha mala suerte. Justo se lesiona cuando mejor estaba". No nos referimos a esto.
