Guardiola

Pep Guardiola Llega el partido contra el Atlético como una fecha señalada por los perseguidores del líder. El Calderón siempre es un escenario imprevisible, en el que la mezcla entre un equipo desestructurado y jugadores de la talla de Agüero, Forlán o Simao, dejan en el aire cualquier pronóstico. Por si fuera poco, el Barça sufrirá las ausencias de cuatro de sus defensas, pues a los sancionados Piqué y Márquez, deben sumarse las lesiones de Alves y Abidal. Guardiola, por lo tanto, perderá a la que fuera la zaga titular la pasada campaña. El técnico tampoco contará con la opción de retrasar a Touré ya que el marfileño también será baja, por lo que la ecuación parece sencilla: Puyol, Chygrynskiy, Milito y Maxwell. No hay más. La alternativa de contar con algún canterano como Dalmau, Fontás, Bartra o Muniesa nos parece difícil, ya que a las puertas del retorno de las eliminatorias de Champions League, un mensaje tan contundente de desconfianza no es lo más indicado. No obstante, sea cual sea la decisión del entrenador azulgrana, la defensa será el punto débil del planteamiento del Barça, y si ya antes las opciones del Atlético pasaban por convertir el choque en un partido de ida y vuelta, ahora la jugada parece clara. Tanto el Kun como Forlán buscaran al ucraniano Chygrynskiy, ya que hoy por hoy, es la pieza más débil del engranaje del equipo, y a ser posible, el Atlético tratará de que esto suceda en campo abierto, es decir, después de una recuperación en mediocampo. Una solución para Guardiola sería el apoyo desde el lateral de Puyol, a un Chygrynskiy que seguramente sea alineado como central diestro, aunque esta opción permitiría a Simao entrar en ventaja por la banda de Messi. Si el argentino tiene que bajar hasta su defensa, se resentirá el juego de ataque del Barça,  si no lo hace el extremo portugués atacará en superioridad.

Cesc4 Las jornadas sin partido intersemanal han abierto la veda. Primero fue la “renovación” de Guardiola, después la aparición progresiva de candidatos a presidir el club la próxima temporada, y ahora ha llegado el momento de los fichajes. Rooney, Ribery, Mascherano, Pato o Cesc copan o coparán las portadas de la prensa deportiva, y hasta que vuelva la Champions esta parece que va a ser la tónica general. Paralelamente, en el club se trabaja en la planificación de la próxima temporada, pues es en enero/febrero cuando, con tranquilidad, entrenador y secretario técnico deben sentarse para analizar el equipo, detectar las áreas de mejora y establecer como reforzarlas. En el anterior artículo nos centrábamos en la necesidad de un lateral derecho suplente y dábamos el nombre del que creemos puede ser el elegido por Pep Guardiola. En este, será el turno del centro del campo y de uno de los hombres que más números tiene de vestir la camiseta azulgrana la próxima temporada, Cesc Fábregas. Todo el mundo habla de que la llegada del de Arenys implicaría el desplazamiento a banda de Andrés Iniesta a la posición que actualmente ocuparían Pedro o Henry, ante lo cual aparecen las dudas, no sólo por las características individuales del manchego, sino porqué el Barça de Guardiola se ha construido con Iniesta como interior. Desde ahí, el 8 no solo encuentra el espacio perfecto para explotar su visión de juego y su capacidad para dar dinamismo a la posesión, sino que además aporta desborde y aceleración a la jugada. Es por eso que en este artículo abriremos una vía alternativa, la de que con la llegada de Cesc al Barça, la demarcación de mediocentro evolucione hacia un perfil distinto.

srna1 Una vez confirmada la presencia de Pep Guardiola, al menos, una temporada más, el F.C.Barcelona podrá empezar a diseñar la planificación de la próxima temporada. Pese al cambio de presidente, la permanencia del técnico indica que en lo concerniente a la primera plantilla, se seguirá la misma línea, por lo que resulta normal que el entrenador y el secretario técnico trabajen en las diferentes operaciones a falta que la nueva junta las ejecute. En este sentido, y aunque apenas ha transcurrido la primera vuelta de la Liga, en estos meses se ha hecho evidente una de las carencias de la plantilla culé, la falta de un recambio para el lateral derecho. El sustituto natural dentro de la plantilla es Carles Puyol, pero el bajo nivel de Márquez y la lenta adaptación de Chygrynskiy han provocado que el capitán sea una pieza importantísima en el centro de la defensa. Ya en verano sonó la opción del ahora valencianista Bruno Saltor, pero finalmente no existió quórum entre el técnico y el secretario técnico -depende de la versión fue Guardiola quien desestimó la propuesta de Txiki, o éste quien no atendió a la demanda del entrenador-. Fuera como fuese, no llegó ningún refuerzo para esa posición. No obstante, esta temporada parece que reforzar el lateral derecho si será una de las prioridades -siempre y cuando se pueda hablar de prioridad en el fichaje de un suplente-. De aquí al mes de junio varios son los nombres que van a aparecer en los medios, pero en esta ocasión en En un momento dado hablaremos de la que intuimos puede ser la petición de Guardiola, Darijo Srna.

Guardiola-Zlatan Tras una semana marcada por el revuelo de la renovación de Guardiola, el Barça tendrá el sábado en Zorrilla la oportunidad de dormir a ocho puntos del Madrid trasladando toda la presión a la capital. Por primera vez en mucho tiempo el equipo, como resultado de su eliminación copera, habrá podido disfrutar de una semana entera de preparación sin que los partidos intersemanales rompan la rutina de entrenamiento. A la espera de que vuelva la Champions, Guardiola tendrá en estas sesiones de entrenamiento “extra”, la ocasión perfecta para trabajar aquellos aspectos del juego azulgrana en los que más dificultades están teniendo. En este sentido, desde el inicio de temporada el equipo ha venido sufriendo la presión sobre la salida del balón y las defensas adelantadas de sus rivales. En muchas ocasiones se ha achacado este comportamiento de los equipos a un mayor conocimiento del juego del Barça, y aunque esta apreciación tiene mucho de cierto -resulta evidente que gran parte del éxito del tricampeón se basó en las opciones que brindaba el hecho de que fuese la defensa la que permitiese al equipo salir jugando desde atrás- debe remarcarse como algunos aspectos propios del juego del Barça han contribuido a ello. El principal problema, y el tema en el que nos centraremos a continuación, es la falta de profundidad en ataque del equipo. Esta temporada el rival se ve menos agredido, por lo que tiene menos dificultades para plantar su línea defensiva lejos de su portero. Con ello, no solo empuja al resto de líneas hacia delante y por lo tanto hace más eficaz su presión sobre la salida de los de Guardiola, sino que juntando las líneas elimina los espacios en los que deberían recibir los hombres de ataque del Barça. Así pues, los defensas, ahora, no solo se ven sometidos a una mayor presión por parte de los rivales, sino que además, disponen de menos opciones de pase o estas conllevan un riesgo mayor de perder la posesión.

GuardiolaA nivel de resultados, el Barça ha comenzado mal el 2010. Dos encuentros saldados con un empate y una derrota ambos en el Camp Nou. En lo que al juego se refiere, el equipo sigue la misma línea irregular de toda la campaña, en la cual apenas en contadas ocasiones ha sido capaz de ofrecer su mejor versión. El primer tramo de temporada venía marcado por la disputa de las tres competiciones que redondearían un año perfecto, lo que alteró la estructura natural de una temporada, obligando al equipo a competir ya durante la primera fase de la misma. El objetivo, y más teniendo en cuenta lo extraordinario de la gesta a que aspiraba el equipo, era el resultado y, por lo tanto, el juego se tornó secundario. No obstante, como ya comentamos en verano, antes  de que el equipo volviese al trabajo, el principal obstáculo que podía encontrarse el Barça de esta temporada a nivel psicológico, era el de equivocar sus objetivos. Nos referimos entonces, a la oposición entre hacer y conseguir para marcar la diferencia entre el trabajo y el motivo de este trabajo. El motivo –la victoria- debe ser siempre aquello que empuje a los jugadores a seguir mejorando, la recompensa a los sacrificios realizados a lo largo de la temporada, pero el objetivo directo del futbolista debe ser el juego. De nada servirá concentrarse en la victoria, pues lo realmente útil es hacerlo en aquello que debe posibilitarla, el juego.

valverdeDespués de un 2009 inmejorable, el Barça de Guardiola iniciará, contra el Villarreal, un nuevo año lleno de desafíos. Los de Valverde protagonizaron un inicio de temporada realmente decepcionante, y de no estar hablando de uno de los equipos mejor dirigidos de la Liga, probablemente el proyecto se hubiese acabado prematuramente. No obstante, tanto Fernando Roig como José Manuel Llaneza, han demostrado otra vez su calidad al frente de la nave amarilla, no sólo con la inteligente apuesta por Valverde para remplazar a Pellegrini, sino manteniendo al técnico pese a los malos resultados iniciales. Gracias a esta confianza, el equipo de Valverde fue tomando forma, empezó a cosechar resultados positivos y poco a poco abandonó los puestos peligrosos de la clasificación para escalar hasta la cómoda posición actual. Aunque noveno en la tabla, su línea ascendente tanto a nivel de juego como de resultados, invita a pensar que el equipo de Ernesto Valverde es un claro candidato a ocupar plaza europea. Once tipo: villarreal Respecto al equipo de la pasada temporada dirigido por Pellegrini, la principal novedad del actual Villarreal es de velocidad. No es que sea un equipo eléctrico y marcadamente vertical, pero sí que pretende dar al balón un ritmo mayor al de otras temporadas. No obstante, en su juego, el balón sigue siendo el protagonista, y por eso el Villarreal es un equipo que intenta salir jugando desde su propia defensa. Para conseguirlo, cuenta con un portero sobresaliente en el golpeo como Diego López, y una línea de cuatro defensiva notable a nivel técnico, con especial protagonismo de Capdevila desde el lateral izquierdo. La banda derecha, si no juega Ángel, seguramente sea el punto débil en la construcción, ya que Javi Venta no se siente tan cómodo con el balón en los pies como sus compañeros.

FCB1Con el objetivo de redondear un año para el recuerdo, el Barça viajaba a Abu Dhabi para disputar el Mundial de Clubs que enfrenta a los campeones de las distintas federaciones de fútbol del planeta. Lo hacía, seguramente, en el mejor momento de la temporada, después de que tras un inicio irregular en cuanto a juego, los partidos ante Inter de Milán, Real Madrid y Dinamos de Kiev, activaran al grupo y permitieran aparecer a la mejor versión del equipo de Guardiola. El Barça que se presentaba en Abu Dhabi, no obstante, no era el mismo de la temporada del triplete. A las altas y bajas acontecidas en verano de las que destaca por encima de cualquier otra el cambio de Eto'o por Ibrahimović, se le suman las dinámicas habituales en los equipos, que hacen que la importancia de algunos hombres cambie. Así, piezas clave en la consecución del triplete como Márquez, Touré o Henry, en la actualidad, han perdido peso en el equipo en favor de hombres como Puyol, Abidal, Busquets, Keita o Pedro. El caso del extremo canario es el ejemplo perfecto de cómo pueden evolucionar los roles en una plantilla. La pasada temporada dispuso de pocas oportunidades en el primer equipo, por lo que en verano se planteó la opción de una cesión  a un equipo de primera división para rodarse en la élite. Finalmente, sin embargo, permaneció en la plantilla con ficha del primer equipo pero con un rol que se presumía testimonial. No obstante, una buena pretemporada y los problemas físicos tanto de Bojan como de Henry, lo auparon a un papel mucho más importante desde el que ha sido de mucha utilidad al equipo. Uno de los motivos por los que más ha destacado Pedro es por su olfato goleador. Así, su facilidad para ver portería ha provocado que tras su gol ante el Atlante mexicano, Pedro pase a la historia como el primer futbolista que marca en hasta seis competiciones diferentes en una misma temporada.

guardiola_txiki Junto a las opciones que ofrecen los futbolistas de la primera plantilla y a la alternativa de utilizar futbolistas del filial, el F.C.Barcelona tendrá, en la posibilidad de acudir al mercado de fichajes, una tercera vía para cubrir el hueco que dejarán Touré y Keita durante la disputa de la Copa África. Acudir al mercado de fichajes en invierno siempre es complicado, primero porque son pocos los jugadores disponibles a mitad de temporada con el nivel suficiente, segundo porque es aún más difícil que estos futbolistas pertenezcan a equipos que no disputan Champions y, de este modo, sí puedan hacerlo con el equipo de Guardiola, y tercero porque debido a estas limitaciones que ofrece el mercado, existe un alto riesgo de que las operaciones que se realizan en invierno terminen por hipotecar la planificación de la próxima temporada. Un ejemplo bastante ilustrativo lo encontramos en el Barça de la campaña 2004-05. Esa temporada, debido a las lesiones de ligamentos de Gabri, Motta, Edmilson y Larsson, la secretaría técnica azulgrana se vio obligada a acudir al mercado de diciembre en busca de soluciones. No obstante, lo que se buscaba no era cubrir unas necesidades reales de la plantilla, sino subsanar un contratiempo puntual. La solución no podía ser contratar un nuevo Edmilson o un nuevo Larsson, ya que cuando éstos se recuperasen, se produciría una evidente sobrepoblación de la plantilla. Las soluciones ante este escenario son dos, o bien lograr la incorporación de un futbolista en calidad de cedido para lo que resta de temporada, o bien afrontar un fichaje que, una vez recuperados los futbolistas que temporalmente no están disponibles, pueda encontrar acomodo en la estructura de la plantilla.