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Higuaín

La eliminatoria entre Juventus y Barça enfrenta a dos conjuntos, a priori, con una identidad futbolística muy arraigada, pero que sin embargo han marcado su temporada con una mutación. Si en el caso azulgrana ésta ha consistido en la reciente adopción

clasico3Cuando Juande Ramos llegó al banquillo del Madrid con el equipo a nueve puntos del Barcelona y con una dinámica ciertamente negativa, nadie pensó que el clásico de la segunda vuelta pudiese ser tan decisivo. Es cierto que pase lo que pase en el Bernabéu, el conjunto de Pep Guardiola saldrá como líder de la clasificación, pero también lo es que una victoria blanca supondría un importante punto de inflexión en los estados de ánimo de ambos conjuntos. Tras el clásico, el calendario será favorable al Barça en tanto que el Madrid deberá visitar a Valencia y Villareal, pero de ponerse el equipo blanco a un solo punto, la presión, los nervios y el aliento del rival podrían afectar a un Barcelona al que el desgaste mental de llegar tan lejos en las tres competiciones puede pasar factura. Por el contrario, una victoria culé o un empate, aclararían bastante el camino de los azulgranas hacia el título y acabarían con las esperanzas de remontada de los merengues.

Dos equipos en situaciones diametralmente opuestas, realidades futbolísticas muy alejadas, aficiones antagónicas en cuanto a ilusión y dos dinámicas que nada tienen que ver la una con la otra. A priori, el signo en la quiniela estaría claro, pero eso no sería un clásico entre Barça y Madrid. El clásico, el partido por antonomasia de nuestra liga en que se enfrentan los dos conjuntos más grandes de la historia de la competición y dos de los equipos más admirados y laureados a lo largo de la historia del balompié, siempre es un choque especial donde se congelan las circunstancias de cada equipo, se renueva el entusiasmo de la grada y el fútbol adquiere su cara más mágica deparando encuentros de sorprendente desenlace y fuera de toda lógica. No hay duda de que el Barcelona afronta el choque como el máximo favorito gracias al crédito que por juego y resultados ha cosechado hasta le fecha, pero en frente no habrá un rival cualquiera, sino que esperará un Madrid herido, más inestable imposible pero con la necesidad de reclamar su condición de aspirante al título. Una victoria culé alejaría a los blancos a doce puntos, una distancia que pese a que todavía queda más de una vuelta por jugarse, visto lo que han ofrecido unos y otros en lo que llevamos de temporada, se presume muy difícil de recuperar. En cambio, de dar la campanada en el Camp Nou, el Madrid recortaría hasta los seis puntos -con el partido de la segunda vuelta en el Bernabéu aún pendiente-, volvería a activar la dinámica positiva, se renovaría la ilusión del madridismo y el proyecto de Junade Ramos recibiría una inyección tremenda.

Con la victoria ante el Atlético todavía fresca en la mente de los madridistas -que difícil para un entrenador preparar los partidos a conciencia cuando entre uno y otro se dispone de poco más de un día para trabajar-, los de Schuster viajan a Turín para enfrentarse a la Juventus y prácticamente sellar el pase a octavos en caso de lograr llevarse los tres puntos hacia la capital. La derrota, en cambio, apretaría mucho la pelea por el primer puesto- importantísimo ya que ofrece la oportunidad de disputar la vuelta de los octavos en casa-, que a la espera de lo que pueda decir el Zenit, el Madrid se disputará con el cuadro de Ranieri. No llegan los equipos en la misma situación ya que mientras los blancos marchan firmes en la Liga cumpliendo, por el momento, con las expectativas creadas al inicio de la temporada, la Juventus está sufriendo más de lo previsible para volver a asentarse en la élite después del Moggigate, y ya está a siete puntos del líder del Calcio, el Inter de José Mourinho. Futbolísticamente, con numerosas bajas como Buffon, Poulsen, Zebina, Andrade o Trezeguet, el fútbol desplegado hasta la fecha por la Vecchia Signora ha sido muy pobre, lo que provoca que la continuidad de Claudio Ranieri esté, cuanto menos, en entredicho. El técnico italiano utiliza un esquema 1-4-4-2 en que prácticamente los dos únicos caminos para llegar al gol son las jugadas a balón parado y el juego directo buscando la referencia del punta y la segunda jugada. Fuera de esto, el desierto. Con un mediocentro formado por Poulsen y Sissoko -el danés será baja ante el Madrid-, sin profundidad por bandas y con apenas Nedved y Del Piero como jugadores capaces de generar juego con el balón a ras de césped, la propuesta del equipo turinés resulta, durante numerosas fases del partido, realmente desoladora.

robbenEn las dos entregas anteriores de esta serie en que pretendemos profundizar en lo que puede dar de sí el Madrid 2008-09, nos hemos detenido en el análisis de los motivos que le llevaron a ser campeón de Liga, y en los planteamientos que pueden buscar los técnicos rivales en esta nueva temporada para neutralizar las fortalezas del juego de los blancos y, a la vez, sacar provecho de sus principales carencias. En esta tercera entrega tomaremos como punto de partida la propuesta para neutralizar el juego merengue propuesto en el anterior post, y a partir de ahí, nos concentraremos en las nuevas alternativas y soluciones que permitirían a Schuster hacer frente a nuevos escenarios y dar al equipo un mayor crecimiento. El contenido del post fue escrito a finales de julio pero desgraciadamente no nos fue posible publicarlo antes de las vacaciones. No obstante, creemos interesante no modificarlo y dejar para una cuarta entrega que publicaremos cuando se cierre el plazo de fichajes, un análisis que incorpore a las caras nuevas blancas y por lo tanto responda a la situación actual del equipo. Como ya hemos visto, una de las señas de identidad de este Madrid es la verticalidad y profundidad en el juego pese a tener en la delantera a tres delanteros como Robinho, Van Nistelrooij y Raúl. El primero, aunque posee una buena velocidad es un delantero que prefiere siempre el desborde a partir de una situación de uno contra uno y difícilmente busca un desmarque largo a la espalda de la zaga rival, mientras que los otros dos atacantes, pese a alternar la recepción al pie con el desmarque al espacio, a causa de su edad han perdido velocidad y capacidad para recuperar esfuerzos, lo que les limita en el número de desmarques en profundidad que pueden lanzar en un partido. Por este motivo, unido a la falta de un jugador que desde la defensa pueda lanzar una diagonal precisa a la espalda de la zaga, prevemos que a lo largo de la siguiente temporada los rivales plantearán defensas adelantadas ya que asumirían pocos riesgos de que algún delantero blanco les coja la espalda.

barça vs madridPocos partidos en el mundo suscitan el interés mediático y desatan la pasión del aficionado como un enfrentamiento entre el F.C.Barcelona y el Real Madrid. En el siguiente post, que por cuestiones de extensión estará dividido en dos partes, trataremos, pues, de centrarnos en los aspectos meramente futbolísticos del partido, tratando de diseccionar los planteamientos de ambos conjuntos y su estrategia de juego, a la vez que realizaremos alguna propuesta que, a nuestro modo de ver, abriría nuevas opciones de éxito para alguno de los dos equipos. De este modo, en este primer capitulo del análisis de clásico, nos centraremos en el estudio del planteamiento ofensivo de Real Madrid y en cómo puede ser contrarrestado por la defensa azulgrana.